Florentino Pérez ya ha confeccionado la lista para la limpia que tiene prevista realizar en el vestuario madridista este verano. El presidente no quiere que le ocurra lo mismo que en su primera etapa, cuando se marchó advirtiendo que había "maleducado a los jugadores", y para ello tiene prevista una revolución de la plantilla que comienza por su capitán, Sergio Ramos, que cumplirá 30 años a final de este mes de marzo.
Pese a que el sevillano firmó su renovación por el Real Madrid el pasado 17 de agosto durante cinco temporadas, a razón de 10 millones netos por campaña, el presidente y director deportivo no cuenta con el de Camas en sus planes de futuro. Las negocaciones para su renovación y su mejora de contrato fueron largas y tensas, unos roces que han acabado por romper las relaciones entre futbolista y dirigente. Desde el club se cargó muy duro contra el agente del fútbolista, su hermano René, algo que no hizo ninguna gracia a Sergio. El sevillano aprovechó la coyuntura para tensar la cuerda en las negociaciones, ya que Florentino Pérez no podía permitirse el pasado verano la marcha de otro de los capitanes, tras forzar la salida de Iker Casillas. Ramos supo jugar sus cartas y tras un verano tenso firmó el gran contrato de su vida.
Mourinho ya aconsejó a Pérez hacer una limpia del vestuario en la que incluyó a Casillas, Pepe, Ramos y Cristiano, los jugadores que le hicieron frente en su última temporada
Cuando Jose Mourinho abandonó el club recomendó a Florentino "limpiar el vestuario", señalando a varios jugadores, entre ellos, Sergio Ramos, Pepe, Ramos y Cristiano Ronaldo. Los que más se habían significado contra su autoridad en el vestuario en su última temporada. Con la salida de Mourinho y la marcha de Casillas, Sergio Ramos asumió la capitanía del equipo, pasando a ser el peso pesado del vestuario junto a Cristiano Ronaldo. Otro jugador que mantiene con Florentino una relación distante por los roces protagonizados entre ambos en estas últimas temporadas.
La tensión entre Florentino y Sergio Ramos no ha desaparecido. El sevillano fue una de las cabezas visibles en el enfrentamiento entre Benítez y la plantilla, algo que molestó a Pérez y a una Junta Directiva que ya había advertido al presidente del peligro que conllevaba fortalecer la posición de Ramos con su renovación. Después de ponerse del lado del entrenador, Pérez tuvo que capitular ante la presión del vestuario y sustituyó a Benítez por un Zidane que contaba desde el primer con el beneplácito de los jugadores. De hecho, el técnico reforzó el peso de Cristiano y Sergio Ramos en el esquema del equipo, cuando estaban más cuestionados. Algo que no se vio con buenos ojos en la zona noble del Bernabéu. Fue muy comentada la celebración del gol de Cristiano en Roma, con el abrazo entre Ramos, Cristiano y Zidane. Una celebración que servía de mensaje para Benítez y la directiva y reivindicaba a Zizou y el buen trato con la plantilla.
Ramos ha sido, además, el hombre que más se ha significado en la guerra del vestuario contra los servicios del doctor Olmo, el Doctor Estiramientos, protegido del presidente y al que el propio Zidane ha pedido explicaciones de las lesiones y recaídas de jugadores como Bale, Ramos o Benzema. Ahora que el equipo ha vuelto a entrar en una dinámica peligrosa perdiendo cualquier opción en Liga y Zidane se ha revelado como un entrenador con pocas horas de vuelo, Florentino ha recuperado el plan inicial que tenía para este verano, acrecentado por la necesidad de fichar ante la inminente entrada en vigor de la sanción de la FIFA que le impedirá reforzarse durante las dos próximas 'ventanas' de fichajes. El presidente insiste en convencer a un Mourinho que espera una oferta de la Premier y ya suma tres tentativas. En verano la primera, en enero la segunda y recientemente una tercera como informamos en Vozpópuli. A eso se sumará la limpia de un vestuario, en la que el nombre de Sergio Ramos es el primero de la lista.
El problema para Pérez es encontrar un club que quiera hacerse cargo del contrato que ha firmado el de Camas, al que le restan cuatro temporadas a razón de diez millones netos anuales. Se habló de la posibilidad de que se fuera al Manchester City a trabajar con Guardiola, una opción que gusta al defensa, que siempre ha declarado su admiración por Pepe. Pero que parece poco probable, ya que el central elegido por el técnico parece ser el francés del Athletic Ameryc Laporte. Cerrada esa puerta, se reduce mucho el mercado para una hipotética salida de Ramos. Ya sea a un equipo puntero de la Premier como United o Chelsea, o el PSG del jeque Nasser Al-Khelaïfi.
El problema es encontrar un club que asegure a Ramos un contrato de cuatro años con 10 millones anuales netos. Al sevillano no le importaría ponerse a las órdenes de Guardiola, pero parece que Pep ha elegido a Laporte como prioridad
Mientras todo esto ocurre, los medios oficialistas ya han iniciado la campaña de desprestigio del defensa al que se echa en cara su bajón de nivel esta temporada, en la que ha jugado lesionado e infiltrado un buen número de partidos. O en el último partido la expulsión en Las Palmas, dejando al equipo en inferioridad en los instantes finales del partido. Son esos mismos programas que lo encumbraron después de anotar el gol que le dio la Décima al Real Madrid en Lisboa, los que ahora le atacan y le señalan por sugerencia del presidente. El sevillano sabe que tiene la sartén por el mango, pero también sabe que Florentino quiere convertirle en el próximo Iker Casillas. Un deseo que será obligación si finalmente Mourinho aceptase hacerse cargo del Real Madrid en un futuro inmediato. Comienza la caza de brujas. Se acerca otro verano movido en Concha Espina. ¿Saldrá Florentino victorioso esta vez o volverá a claudicar ante el vestuario como en 2006?