El sorteo de la primera fase de la Champions ha encuadrado al Sheriff Tiraspol con el Real Madrid en el grupo D. El conjunto de la región de Transnistria debuta en la competición tras haber conseguido una heroica clasificación ante el Dinamo de Zagreb en la ronda de play-off.
Y es que en un mundo, el del fútbol, en el que cada día los grandes acaparan los focos y el romanticismo en torno a la tradición se desvanece, todavía surgen historias cuya espectacularidad, rareza o particularidad merecen que sean contadas. Es el caso de este club, fundado por un antiguo y polémico agente de la KGB en la década de los 90 y cuyo presupuesto es de 13 millones, cifra insignificante al lado de las superpotencias europeas.
Pero si por algo destaca este equipo es por la situación geopolítica en la que se encuentra la zona a la que pertenece. El Sheriff disputa sus partidos en la denominada República de Transnistria, una región de algo más de 500.000 habitantes que está situada oficialmente dentro de las fronteras de Moldavia.
Estado sin reconocimiento
El país moldavo se independizó de la Unión Soviética en 1989, pero un año más tarde Transnistria se autoproclamó como República independiente debido a su anhelo de seguir rigiéndose bajo el gobierno de la URSS. Esto desencadenó en una guerra civil que finalizó en 1992 con un alto al fuego que sigue hasta hoy. Moldavia siguió considerando el territorio como propio, pero a la vez aceptó que este tuviera autogobierno.
Por su parte, Transnistria se reconoce a sí misma como un Estado. Además, tiene moneda, ejército, parlamento y presidente propios. Tiene capital en Tiraspol y un abanico amplio de estatuas y placas conmemorativas de Lenin y demás líderes y figuras soviéticas. Pero no tiene reconocimiento internacional.
El Sheriff disputa la competición doméstica moldava, la cual monopoliza absolutamente, pues ha sido el campeón de 19 de las últimas 21 ediciones. Además, su estadio es uno de los más modernos de Europa del Este.
Ahora, tras haber recorrido un largo camino en su travesía europea, en la que ha dejado atrás a Alashkert, Estrella Roja y Dinamo de Zagreb, tendrá el premio de enfrentarse al Real Madrid, dueño histórico y absoluto de la competición, y la oportunidad de publicitar a través del deporte esta región a la que unos consideran como propia y otros como suya.