Será un Tour atípico, con tres días en Inglaterra. Desde Leeds hasta los Campos Elíseos en París se recorrerán 3.664 kilómetros -una media de 174 por etapa-, con una única contrarreloj que tendrá lugar el penúltimo día, en la 20ª etapa, entre Bergerac y Périgueux sobre 54 kilómetros.
Récord mínimo de kilómetros contra el crono en el Tour, pero, al ser la penúltima etapa, podría decidir el campeón si antes no lo han hecho ya los Pirineos. De nuevo, las grandes etapas de montaña en esta cordillera serán decisivas, aunque en total habrá 63 puertos de montaña puntuables, con seis considerados de categoría Especial y otros seis de 1ª categoría. Serán seis finales en alto en un total de ocho jornadas consideradas de montaña.
En los Vosgos, la gran sorpresa, habrá once de estos pasos. Serán dos finales en alto, en la octava etapa (primer contacto con la montaña) en Gerardmer y en la novena, en la Planche des Belles Filles, de 161 kilómetros y siete ascensiones encadenadas hasta la subida final. Los Alpes, diluidos, ofrecerán tan solo el Risoul previo paso por el Izoard, o el final de etapa en Chamrousse. No obstante, los Pirineos deparan, entre otras, la 'etapa reina' entre Pau y Hautacam, de 145 kilómetros y ascensión al mítico Tourmalet antes de subir a Hautacam.
Antes de llegar a las cotas altas, y sin salir todavía de las islas británicas, el pelotón se medirá a una etapa rompepiernas con hasta nueve cotas en lo que el propio director de la ronda, Christian Prudhomme, calificó de "la Lieja-Bastoña-Lieja británica". Toda una etapa, justo la segunda, con aires de 'clásica', igual que la quinta, ya entre Bélgica y Francia, que contará con nueve tramos de pavés (15 kilómetros) para delicia de los espectadores y sufrimiento de los ciclistas.
Novedades para rejuvenecer un Tour ya más que centenario. El año pasado, en la edición número 100, se impuso un Chris Froome que no tuvo demasiados problemas por la falta de rivales a su altura y por el poderío de un Team Sky diseñado para llevar al británico de origen keniano a la victoria. Esta vez, partirá de Leeds, de una Inglaterra que le acogió y dio nacionalidad, pero donde no se siente en casa.
Esta vez Froome no llega en su mejor momento, achacado por incontables problemas físicos que le han impedido rendir a su nivel óptimo, ganando hasta el momento únicamente el Tour de Omán y el Tour de Romandía, finalizando 12ª el pasado Critérium du Dauphiné aquejado de un asma que le llevó a usar un inhalador y con caída incluida. Demasiados obstáculo para un Froome que, no obstante y como vigente campeón, es claro favorito. Para impedir su doble corona, que podría ser la tercera si en 2012 no hubiera cedido ante su líder Bradley Wiggins -que se ha vuelto a quedar fuera de la lista del Sky por órdenes de equipo-, aparecen varios nombres, más allá de que el recorrido no pueda serle tan favorable.
Y tienen sabor español. Sin el colombiano Nairo Quintana (Movistar), será Alejandro Valverde quien lidere la formación azul en busca de su primer Tour. De momento no ha logrado siquiera subir al podio, siendo su quinta posición en 2007 su mejor resultado, pero el murciano llega preparado, dispuesto a darlo todo por cumplir su sueño y arropado por un buen Movistar para superar el octavo lugar firmado en 2013, eclipsado por Quintana.
Por otro lado, parece ser que Suiza ha recuperado al mejor Contador. Liderará un Tinkoff-Saxo potente, casi más que el Sky de Froome y Richie Porte, y parece dispuesto a quitarse la 'espinita' del pasado año. El de Pinto, que fue cuarto en 2013, ha recuperado su agilidad y chispa de 2007 o 2009, cuando ganó un Tour de Francia que le fue desposeído en 2010, igual que el Giro de 2011, por la sanción por clembuterol.
También habrá que seguir de cerca al tercer ciclista español en liza, el catalán Joaquim 'Purito' Rodríguez. Se tuvo que retirar por caídas en el Giro de Italia, su gran objetivo para la temporada. Tras recuperarse, se ha centrado en el Tour pero no para ir a buscar la general sino triunfos de prestigio por etapas, tanto en la de los muros en Inglaterra como en montaña, cuando en principio recupere la forma con el día a día. Pero nunca se le debe subestimar ni menospreciar al 'Purito', tercero el pasado año en una ruta menos favorable a él, aunque entonces estaba en su punto óptimo de forma.
Por otro lado, Francia confía en Thibaut Pinot, Romain Bardet o Pierre Roland para volver a soñar, quizá no con una victoria, que no les llega desde la de Bernard Hinault en 1985, pero sí para hacer una buena ronda. Quienes sí quieren meterse en la lucha por la victoria son los Vincenzo Nibali (Astana), que dejó su Giro para centrarse en el Tour, o Bauke Mollema (Belkin), Andrew Talansky (Garmin-Sharp), Jurgen van den Broeck (Lotto-Belisol) o los BMC Peter Stetina o Tejay van Garderen. Sin olvidar a los hermanos Andy y Frank Schleck (Trek), lejos de forma y de las apuestas pero con nombre y prestigio a sumar para este Tour.