La exjugadora argentina de pádel Inés Álvarez, número uno mundial en 1993 y 1994, señaló en el medio especializado ‘PadelNetwork’ que “desde el punto de vista jurídico”, en el conflicto que atraviesa el pádel profesional masculino, la posición más fuerte es ,“sin duda”, la de World Padel Tour. “Los contratos se firman para cumplirse”, afirmó.
Al margen de su palmarés, que incluye entre otros éxitos tres títulos mundiales por equipos y dos subcampeonatos del mundo por parejas, Álvarez compartió su visión como abogada a la hora de analizar el litigio que enfrenta a la Federación Internacional (FIP), Qatar Sports Investments (QSI) y la Asociación de Jugadores (PPA) con el primer circuito profesional a nivel mundial.
El origen del conflicto se remonta a la creación por parte de la FIP (y con el patrocinio qatarí) de la serie de torneos Premier Padel, y los posteriores “incumplimientos” de contrato por parte de los jugadores asociados a la PPA. Unos contratos en vigor cuya existencia, según Álvarez, “no podemos pasar por alto” y que, como en el resto de relaciones contractuales, están fundamentados en un principio, el de “buena fe”, que implica “la recíproca lealtad de las partes”.
Considera que en el caso de que una de las partes incumpla o decida rescindir su contrato de manera unilateral y anticipada “deberá asumir los costos que están previstos”, tal y como sucede con las cláusulas de rescisión en disciplinas como el fútbol o el baloncesto.
En este sentido, como asesora jurídica, la expalista argentina admite que su primera sugerencia a los jugadores habría sido “que cumplan el contrato con WPT”, ya que “es mucho” lo que este circuito “aportó al pádel” y lo que “posibilitó en ganancias” de patrocinio y demás, “cuando nadie más quería arriesgar dinero (o, al menos, no con las cifras que hoy parecen estar en danza)”.
Como alternativa, y según su experiencia profesional, Álvarez habría sugerido a la PPA “negociar la salida contractual con WPT” y, por supuesto, “no jugar un circuito paralelo hasta que no estuviera la negociación en la mesa”.
Sobre la demanda por competencia desleal presentada por World Padel Tour a la FIP, QSI, la PPA y su junta directiva, la letrada considera que el Juzgado de lo Mercantil número 15 de Madrid puede determinar que “Premier Padel incurrió en prácticas de competencia desleal”.
Al mismo tiempo, Álvarez deja en manos de la justicia española si “hubo alguna conducta que constituya abuso de la posición dominante por parte de WPT”. “Todo se resumirá en una cuestión de prueba sobre los hechos que los jugadores entienden como amenazas”, añade.
Sin embargo, aclara que esta circunstancia “no legitimaría ‘per se’ la posibilidad de que la otra parte incumpla el contrato” y que “los jugadores jueguen el otro circuito sin tener que pagar ninguna indemnización”.
A su parecer, el hecho que los profesionales adscritos a la PPA sigan compaginando sus compromisos con WPT con torneos como los Major de Qatar e Italia “empeora” la situación. “Si siguen jugando se tratará de incumplimientos reiterados del contrato”, asegura la jurista y expalista, quien admite que como jugadora “habría estado del lado de cumplir lo que firmé o de pagar la salida del contrato”.
Picaresca
Con respecto al papel de la Federación Internacional de Pádel, la tricampeona mundial por equipos considera que se ha ido creando “una zona gris” motivada por las últimas decisiones del presidente Luigi Carraro, y a que el máximo ente del pádel mundial se haya convertido “en juez y parte”. “Estimo que (esta circunstancia) puede jugar a favor de WPT”, añade, antes de recordar que las medidas cautelares presentadas por el circuito pueden impedir “que los jugadores con contrato en vigor disputen los torneos de la Premier Padel”.
Después de insistir en la importancia de los contratos en el deporte profesional, Álvarez no ha tenido reparo en admitir que la estrategia del binomio FIP-QSI con la creación de Premier Padel se ha basado en la picaresca o “viveza criolla”, según sus palabras. Una actitud que, como voz influyente en esta disciplina, desaprueba.
“Personalmente, hubiera preferido otros escenarios”, ya que, en su opinión, el hecho de que ahora haya “gente muy adinerada” que quiere entrar en el negocio “es una gran noticia, pero no puede hacernos olvidar todo lo anterior”. “A mi entender, del lado de los jugadores esto se pudo haber hecho mejor”, concluye la otrora número uno mundial.