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Veni, vidi, vici: los Nuggets ganan la NBA y dejan de ser el hermano menor de Denver

El cuadro dirigido por Mike Malone y liderado por Nikola Jokic, MVP de las Finales, se lleva el primer anillo de su historia al derrotar a Miami (94-89) en el quinto partido y cerrar la serie con un claro 4-1

Los Nuggets, un equipo con un tremendo impacto en Denver, ya pueden mirar de tú a tú a otras entidades deportivas de la ciudad y del estado de Colorado. A pesar de que cualquiera que conociera un poco el deporte estadounidense sabía de la existencia de esta franquicia, en la NBA desde 1976, fundada en los 60 para competir en la ABA y que llegó a las últimas Finales de esta liga que competía con la propia NBA, lo cierto es que Denver no tenía ningún entorchado de calidad, frente a los títulos de la NFL de los Denver Broncos e incluso frente a la MLS ganada en el ámbito del fútbol por los Colorado Rapids.

Desde anoche, Denver ya puede mirar cara a cara a sus ‘hermanos’ deportivos, porque se llevó las Finales de la NBA, como era de esperar. Cumplió con el papel de favorito, a veces tan peligroso, que se le había asignado, y lo refrendó cuando ganó dos duelos seguidos en Miami y se puso 3-1 en la serie. Faltaba rematar. Además de favoritos, la historia remaba a su favor, porque de las 36 ocasiones en las que unas Finales de la NBA se habían puesto 3-1, 35 de ellas habían sido ganadas por el que llevaba la ventaja. Únicamente Lebron James, Kyrie Irving o Kevin Love (precisamente ahora en las filas de los Heat) y a los mandos de los Cavaliers pudieron dar la vuelta al 3-1, en aquellas Finales inolvidables frente a los Warriors de un 2016 que empieza a quedar demasiado lejos.

Anoche, en Denver, estaba todo listo para la fiesta. Y con las fiestas que se preparan sin saber si se van a dar hay que tener mucho ojo, pero Denver no quería gastar más que una bala de las tres de las que disponía para llevarse el cetro del baloncesto mundial. Lo hicieron por la vía rápida frente a unos Heat rotos y que finalmente nunca pudieron contar con Tyler Herro. El mérito de Miami está ahí, caer en unas Finales por las que nadie apostó que estarían y convertirse en el segundo equipo, tras los Knicks en 1999, que llega al escenario último tras haber sido octavo de Conferencia en la Temporada Regular. Miami mantiene su casillero con tres anillos (2006, 2012 y 2013) y deja su balance de Finales ganadas y perdidas en 3-4. Igualmente, honores para un franquicia ‘joven’ que se incorporó a la NBA cuando acababa la década de los 80.

Veni, vidi, vici

Denver ha llegado y ha besado el santo de las Finales. En su primer gran baile, en su primera batalla por el anillo, ha tumbado con claridad al rival, apenas le ha concedido algo de oxígeno (el 1-1 forzado por los Heat cuando ganaron el segundo duelo en Denver) y precisamente ha sabido reaccionar y olvidar dramas cuando perdió casi a las primeras de cambio el factor cancha en el citado segundo duelo. Los dos choques seguidos ganados en Miami auguraban este desenlace. No hay forma más bonita de ganar un título que el primero y delante de tu público. Todo lo que viene después ya es diferente.

A los lomos de Mike Malone, hijo de Brendan Malone (técnico asistente de los Pistons ganadores en los años 80 y técnico jefe de algunas franquicias posteriormente, lo que les convierte en la segunda pareja padre-hijo que ha dirigido equipos de la NBA), Denver ha llegado a las Finales, ha visto y ha vencido, pero ese relato de rapidez, de triunfo veloz, no se puede trasladar necesariamente a lo que ha sido la historia de la franquicia (cuatro Finales de Conferencia perdidas antes de ganar la de 2022 y colarse en las Finales) ni a la construcción de esta plantilla, cuando Malone, despedido de su primera experiencia como técnico jefe en los Kings, asumió el timón de Denver, temporada 2015-16.

Les costó entrar en las eliminatorias por el título un tiempo, hasta 2019. Precisamente, cosas que cambian cosas, en 2018 se jugaron un partido a muerte contra los Wolves para entrar en los play offs. El que ganara, dentro y el que perdiera se iba de vacaciones. Denver vio cruz, pero ese disgusto fue de fácil digestión, pues todo le permitió entrar en la primera ronda del Draft: los 14 equipos que se quedan fuera de la pelea por el anillo eligen primero a través de un proceso llamado la Lotería del Draft, donde el que ha quedado peor en la Temporada Regular tiene más opciones de elegir más alto. Denver se quedó con el número 14 y el hecho de que las dudas sobre el estado físico de la estrella Michael Porter Jr. le hicieran bajar muchísimo en el ránking del Draft permitió los Nuggets pulsaran la palanca del riesgo. Ok, la espalda de Porter Jr. estaba hecha trizas, pero era una opción que no podías dejar pasar. Lo seleccionaron, aguantaron un año de inactividad del jugador, y hoy es una de las claves del proyecto de Denver, junto con otros sobresalientes líderes como, Aaron Gordon, Jamal Murray o Nikola Jokic, estos dos últimos capaces de representar una de las parejas más letales del momento.

Jokic, MVP ganador

El serbio puede ser considerado como uno de los mayores robos de la historia del Draft. Esta expresión se usa cuando se refiere a un jugador que sale en una posición muy baja en relación a las prestaciones que da luego. ‘The Joker’ fue el número  41 de la edición de 2014 y por supuesto pasó tan de largo porque no era ni una cuarta parte de lo que es ahora. Pero piensen en lo que vale un ‘pick’ 41 de un Draft (sobre la mesa, poco) y los réditos que le ha dado a Denver este balcánico.

Jokic es el MVP de las Finales, otro europeo más a la lista de una NBA tan internacionalizada que ya no hace diferencias entre unos y otros. Ser europeo allí es estar en casa y dominarla. Nada que ver con décadas atrás. El europeo no es un paleto que no se entera de nada, no es un elemento exótico.

Jokic abraza un MPV al que une el MVP de la NBA en 2021 y 2022, ambos saldados con disgustos para unos Nuggets que entonces cayeron sin excusas en los play offs. Sobre el gran serbio orbitaba la duda, la duda de siempre en estos casos, de si era un gran jugador coleccionista de títulos individuales o de si también era capaz de trasladar ese brillo al colectivo y tocar el cielo. Creemos que la duda está resuelta. No hay un campeón más claro y justo en 2023 que estos Nuggets.

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