Un artefacto lanzado al césped del estadio El Madrigal durante la disputa del Villarreal-Celta obligó a los aficionados a desalojar el estadio debido a que muchos de los seguidores padecieron problemas de visión y respiración.
Los aficionados del Villarreal se taparon la boca con la ropa y abandonaron la instalación de manera apresurada. El artefacto, que en un primer momento parecía una bengala, resultó un bote de gas lacrimógeno que impidió que el encuentro finalizase en el tiempo previsto.
El partido se suspendió a falta de tres minutos para el final con el 0-1 a favor del Celta de Vigo. El gol lo anotó Orellana tras una falta botada por Álex López.
Una vez retirado el bote del césped y disipado el humo -encendieron los aspersores de agua-, se reaunudó lo poco que quedaba de encuentro y Nolito marcó el 0-2 definitivo.
El presidente del Villarreal, Fernando Roig, compareció para dar explicaciones sobre el lanzamiento del bote de gas lacrimógeno. “El Villarreal lamenta y condena lo que ha sucedido. Una persona ha hecho un acto vandálico y se están haciendo todas las averiguaciones. El bote fue lanzado desde un vomitorio y luego la persona abandonó el estadio corriendo. Lo ha hecho desde la zona que ocupa el público más tranquilo del estadio. La Policía está investigando los hechos y estamos ante alguien que ha intentado hacer daño a nuestro club”, comentó.
“La Policía nos ha dicho que se trata de un bote similar al que utilizan ellos, que precisa de retirar una anilla y enseguida comienza a salir el gas que se convierte en humo. Por fortuna, el público se percató de lo que sucedió y abandonó el estadio sin que haya que lamentar nada”, agregó