Ana Obregón y Alessandro Lequio asistieron este martes al funeral de su hijo Álex, que murió el pasado 13 de mayo a los 27 años de edad, a causa de un cáncer con el que llevaba luchado dos años.
El funeral a Álex Lequio tuvo lugar en la parroquia de Nuestra Señora de la Moraleja, en Alcobendas. Ana Obregón, que está desconsolada desde el fallecimiento de su hijo, se armó de valor y pronunció unas emotivas palabras de despedida con las que emocionó al resto de los asistentes.
Tras ello, se refugió en su casa, donde quiso darle el último adiós a su hijo a través de una carta abierta, publicada en su perfil personal de Instagram.
La emotiva carta de despedida de Ana Obregón a su hijo Álex Lequio
"En nombre del 'Gladiador que sonrió al cáncer', gracias de corazón por todos vuestros miles de mensajes de amor y ánimo a través de las redes de toda España. Gracias también a los medios de comunicación por apoyarnos ayer y por el respeto que han tenido estos últimos años rogándoles que a partir de ahora respeten el dolor de una madre que ha perdido a su hijo y pueda vivir el luto en mi intimidad con mi familia. Ayer no fue una despedida. Aless vivirá para siempre en el corazón mutilado de los que le queremos", ha escrito Ana en su Instragram, en una publicación que ya lleva 125.000 likes.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de Ana_Obregon Oficial (@ana_obregon_oficial) el 1 Jul, 2020 a las 9:04 PDT
Un funeral repleto de lágrimas
Estas palabras se suman a las que pronunció en el funeral de su hijo. La bióloga se subió al altar decorado con gardenias blancas y nardos y no dejó de llorar mientras pronunciaba su discurso. Incluso hubo varios momentos en los que tuvo que parar, inundada por las lágrimas, para coger aire y seguir.
“Has sido mi vida y lo seguirás siendo. El mejor hijo, nieto, hermano, amigo... Nunca abandonaste la sonrisa ni el sentido del humor. Eres grande", dijo, visiblemente emocionada.
Ana se despedía con un fuerte deseo: "Nos has enseñado a todos con tu ejemplo a ser mejores personas. Me dicen que ahora tú nos cuidarás. Hijo mío, espero el día que pueda abrazarte".
Descanse en paz.