Ganador de seis Gran Slam y exnúmero uno del mundo, Boris Becker vuelve a acaparar los titulares de todo el mundo, pero esta vez fuera del terreno de juego. Desde el pasado 21 de marzo, la leyenda del tenis vuelve a ser noticia por sus problemas con la justicia derivados de sus asuntos económicos.
Elegantemente vestido como es habitual en él, y acompañado por su novia, Lilian de Carvalho, la analista de riesgo con la que sale desde el año 2020, Boris Becker se presentaba en la Corte de Southwark Crown, en el centro de Londres, para tratar de resolver los 24 cargos de los que le acusan, y por los que solicitan hasta siete años de cárcel.
Los cargos a los que se enfrenta Boris Becker
Aunque este no es el primer problema con la justicia de Boris Becker, que en el 2002 ya fue condenado a dos años de libertad condicional y una multa de medio millón de euros por evasión fiscal entre los años 1991 y 1993, el extenista alemán responde ahora por varios cargos relacionados con una supuesta ocultación de bienes.
Concretamente se enfrenta a nueve cargos por no entregar sus preciados trofeos, entre ellos los ganados en el torneo de Wimbledon y el Abierto de Australia; siete por ocultar propiedades por valor de 1,5 millones de euros; dos por sustracción de bienes por valor de medio millón de euros; cinco cargos por no desvelar activos y un cargo más por ocultar el préstamo que recibió de un banco por valor de 825.000 euros.
Los cargos de los que se le acusa, y que él niega rotundamente, ocurrieron en el año 2017, concretamente entre los meses de mayo a octubre. Por entonces, a Boris Becker se le reclamaba una deuda de casi 60 millones de euros. En junio de ese año, el extenista se declaraba en bancarrota.
Piden siete años de cárcel para Boris Becker
En su declaración, el extenista alemán ha asegurado que antes de declararse en bancarrota, en junio de 2017 trató de saldar su deuda, llegando incluso a intentar vender su anillo de boda.
También ha asegurado que intentó encontrar comprador para su mansión de Mallorca, una propiedad conflictiva que tras años a la venta, e incluso ocupada durante un tiempo, le fue embargada por Arbuthnot Latham & Co, el banco privado que le exigió el pago de 3,5 millones de euros más intereses por la deuda contraída tras la rehipoteca de la casa.
Dispuesto a demostrar que estuvo dispuesto a todo para subsanar su deuda, Becker ha contado con el testimonio a su favor de Michael Bint, administrador judicial adjunto del Servicio de Insolvencia, que ha reconocido que el alemán ”estuvo cooperando”: “Su principal preocupación era buscar la anulación de la quiebra, pagar la deuda, mediante la venta de la Finca, a Arbuthnot Latham” ha asegurado.
Durante el juicio, que está previsto se alargue durante las próximas tres semanas, la abogada de la acusación, Rebeca Chalkey ha declarado estar segura de que Boris Becker se ha aprovechado del sistema, por lo que debe ser condenado: “Durante cientos de años, gente que se ha declarado en bancarrota ha abusado del sistema y ha jugado con él, actuando de mala fe. Esta gente debería ser castigada por ello y eso es lo que la acusación cree que Becker hizo aquí”.
Además, la abogada ha señalado: “El señor Becker actuó de forma deshonesta respecto a la propiedad de varios activos, que en numerosas ocasiones ocultó. La acusación defiende que Becker hizo esto antes y después de declarase en bancarrota”.
Y es que, a pesar de su situación económica, y tal y como ha desvelado el 'Daily Mail', Boris Becker sigue manteniendo un ritmo de vida muy elevado. Según la publicación, vive en un ático de lujo con vistas al Támesis valorado en seis millones de euros, y cuenta con varios vehículos de alta gama y obras de arte. Además, aseguran que durante su día a día en Londres, donde reside junto a su novia, se deja ver por exclusivos restaurantes y lujosas tiendas. Algo que se repite cada verano cuando disfruta de lujosos y carísimos yates.