Cárcel para Josep Santacana, exmarido de Arantxa Sánchez Vicario, condenado a tres años y tres meses de cárcel

Arantxa Sánchez Vicario y su exmarido, Josep Santacana, fueron condenados por alzamiento de bienes en enero de 2024 al ocultar su patrimonio para evitar pagar al Banco de Luxemburgo una deuda de 7,5 millones de euros. Ambos fueron declarados culpables de los delitos económicos cometidos durante su matrimonio. Mientras la extenista pudo eludir entrar en prisión tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía -porque su condena era de 2 años y no contaba con antecedentes previos-, su exmarido, Josep Santacana, fue condenado a 3 años y 3 meses de cárcel.

El empresario presentó un recurso de apelación pero este viernes 13 de septiembre se le ha notificado que la Audiencia Provincial de Barcelona lo ha desestimado y por tanto, tendrá que ir a la cárcel, según informa 'Vanitatis'. Ahora sólo le queda apelar a la sala segunda del Tribunal Supremo por ver si puede librarse de prisión, algo que parece que está bastante complicado.

Josep Santacana tendrá que ir a la cárcel tras desestimar su recurso

La Audiencia Provincial de Barcelona señala a Josep Santacana como el cerebro de la operación pensada para eludir pagar la deuda al Banco de Luxemburgo. Es más, ahonda en la culpabilidad del empresario y se mantiene firme al reconocer que la autoinculpación de Arantxa Sánchez Vicario ha sido clave, según el citado medio.

El fallo niega uno a uno los hasta 10 argumentos presentados por el abogado de Josep Santacana, Juan Segarra, en un documento de tan solo 23 páginas, y da la razón en todos los motivos a la juez que condenó al empresario el pasado mes de enero.

El texto señalaba que “de conformidad con la prueba practicada en el acto del juicio oral, resulta sobradamente acreditado que Josep Santacana fue la persona que gestionó el patrimonio de su mujer”, así como que “ideó y llevó a cabo las operaciones de despatrimonialización que comportaron la imposibilidad de Arantxa de pagar la deuda contraída con la querellante”.

En el recurso, Santacana alegó que vio vulnerado su derecho a la defensa y a un procedimiento con las debidas garantías a causa del acuerdo entre la Fiscalía y la extenista y también vio vulnerado su derecho a la presunción de inocencia.

Arantxa Sánchez Vicario y Santacana siguen casados y él va a ser padre de nuevo

Además de recibir este nuevo revés judicial, se le suma que todavía no ha visto resuelto su divorcio con Arantxa Sánchez Vicario, es decir, aún continúan casados por ley en Estados Unidos, donde vive la extenista desde hace más de una década, concretamente, vive en Miami. La pareja se casó en 2008 y se separó en 2018.

Este verano se conoció que Josep Santacana será padre de nuevo junto a su actual pareja, Raquel, según comentaron el pasado mes de junio en el programa 'Juntos' de Telemadrid. Será el tercer hijo para Santacana, que es padre de Arantxa y Leo, de 15 y 12 años respectivamente, nacidos de su matrimonio con la extenista, Arantxa Sánchez Vicario, pero el primero hijo en común junto a su actual novia.

Acaba el calvario para Arantxa Sánchez Vicario

Por su parte, con esta decisión judicial, que avala la primera sentencia, Arantxa Sánchez Vicario pone fin al calvario que lleva sufriendo desde que empezó el proceso, entre 1988 y 1989, cuando la tenista, campeona de cuatro Roland Garros, fijó su residencia en Andorra, algo que Hacienda decidió investigar. Al final, consideró que Arantxa Sánchez Vicario vivía en Barcelona, en casa de sus padres, y no en Andorra como había declarado.

Para hacer frente a esa sentencia, Sánchez Vicario pidió un aval al Banco de Sabadell, que fue contraavalado por el Banco de Luxemburgo. Cuando la entidad bancaria reclamó el pago de la cantidad vía demanda judicial, empezó el calvario.

Hace dos años, asesorada por su equipo legal de Estados Unidos, donde vive, Arantxa Sánchez Vicario aceptó el delito, es decir, se declaró culpable en el escrito de defensa, y desde hace tiempo paga al Banco de Luxemburgo una cantidad al mes. Finalmente, la extenista logró salir victoriosa al conseguir rebajar su pena y no tener que ir a prisión.