Parece mentira que en pleno 2020 todavía sea posible leer historias homófobas. Aunque cada año parece que la sociedad y las leyes van dando pasos hacia delante, existen infinidad de profesiones en las que ser homosexual todavía es un tema tabú.
Muchos creen que el Orgullo Gay no debería celebrarse y que los derechos de este colectivo son los mismos que los de cualquiera, pero en más de 12 países del mundo enamorarse de una persona del mismo sexo está condenado con la pena de muerte.
El fútbol, la asignatura pendiente
Muchos equipos de fútbol han mostrado su apoyo a los homosexuales poniendo la bandera arcoiris en sus camisetas o en los cordones de sus zapatillas, pero realmente eso no tiene nada que ver con apoyar a nadie. ¿Por qué ningún jugador se ha atrevido a decir abiertamente su condición sexual? ¿Acaso se pierde masculinidad o su táctica en el campo sería peor? Evidentemente no.
Este 12 de julio, varios medios ingleses han publicado la carta de un futbolista inglés en activo de la Premier League confesando su homosexualidad. El jugador anónimo ha escrito un relato en el que explica los motivos para mantener su orientación sexual en secreto y lo mal que lo pasa por tener que ocultarlo a sus compañeros de equipo.
"Vivir así todos los días es una absoluta pesadilla y está afectando cada vez más a mi salud mental. Me siento atrapado y tengo miedo a que la verdad sobre quién soy solo empeore las cosas. Si alguien cree que necesito un psicólogo, está equivocado, puedo ir a una sesión cuando quiera. Lo que tienen que hacer los directivos de los equipos de fútbol es educar a los aficionados, jugadores, entrenadores, árbitros... En definitiva, a todos los involucrados en el deporte. Si diera este paso me gustaría saber que me apoyarán en cada etapa de mi viaje. Ahora mismo, no creo que sea así", expresa a través de la Fundación Justin Fashanu.
"Me encantaría no tener que vivir así, pero la realidad es que hay mucho prejuicio en el fútbol. He escuchado cánticos y comentarios homófobos de los aficionados sin motivo alguno. No me molesta durante los partidos porque estoy muy concentrado en el juego, es cuando vuelvo en el avión o el autobús y tengo tiempo cuando me acuerdo. Mi plan es seguir jugando mientras pueda y anunciar mi sexualidad cuando me retire".
Miedo a expresar sus sentimientos
El jugador relata durante varios párrafos por qué teme hablar sobre lo que siente y las posibles repercusiones en su trabajo si confesara su sexualidad. "Soy gay. Incluso escribirlo aquí es un gran paso. Solo mis familiares y un selecto grupo de amigos lo saben. No me siento preparado para compartirlo con mis compañeros o mi entrenador. Es muy duro porque estoy la mayor parte de mi vida con ellos y cuando salto al terreno de juego somos un equipo", comenta el futbolista.
"Estoy en una edad en la que me encantaría tener una relación. Por mi trabajo, el nivel de confianza para tener pareja a largo plazo tiene que ser extremadamente alto. Por el momento, evito cualquier conexión emocional. Espero poder conocer a alguien pronto en el que pueda confiar lo suficiente. La verdad es que no creo que el fútbol esté preparado para que un jugador lo diga abiertamente", explica.
Leer atentamente sus palabras, si tienes una pizca de empatía, se convierte en un momento muy triste. Vivir teniendo que esconder quién eres realmente puede volverte loco. Por suerte, en nuestro país hay jugadores de otras disciplinas que se han atrevido a dar este paso. Victor Gutiérrez (waterpolista) o Vanesa Caballero (boxeadora) han sido algunos de ellos. ¿Dará el mundo del fútbol un paso más hacia la normalización? Sinceramente, no lo creo.