La herencia de la desaparecida duquesa de Alba sigue dando de qué hablar, ya no sólo por las tensiones entre los propios hijos de Cayetana Fitz-James Stuart sino también por la guerra que la Casa de Alba tiene abierta contra la Junta de Andalucía, que preside Susana Díaz.
El motivo de la disputa son 120.000 euros que corresponden al tanto porcentual que forman parte del último reparto de la herencia la duquesa no dejó en vida y que al parecer reclama el gobierno andaluz a los herederos, según publica ‘El Español’, alegando que Cayetana residía largas temporadas en el Palacio de las Dueñas de Sevilla donde falleció, el 20 de noviembre de 2014.
En Andalucía, el impuesto de sucesiones establecido desde 2012 es de un 21,5% del valor total de la herencia, mientras que en la Comunidad de Madrid se establece en función de lo percibido. Por ello, la duquesa seguramente prefirió realizar el reparto en vida para evitar que sus herederos tuvieran que hacer frente a estos gastos. Además hay que tener en cuenta que en el reparto había más patrimonio que liquidez.
A ello hay que sumarle un presunto acoso de la Junta de Andalucía sobre ex empleados de la duquesa de Alba. Estos acusan al gobierno andaluz de estar siendo acosados por los detectives encargados de obtener pruebas que demuestren que los herederos deberían haber tributado en Andalucía y no en Madrid, como se hizo ya que la aristócratas estaba empadronada en la capital desde que nació, así como sus herederos.
“Hemos sufrido acoso por parte de detectives, nos perseguían intentando sacarnos algo para demostrar lo que es imposible de demostrar, querían que pagasen allí algo que no tenían que pagar, deberían haberlo asumido desde el principio; aunque falleciese allí no le correspondía pagar en Andalucía, eso es así”, ha señalado uno de los ex trabajadores domésticos de la duquesa al citado medio.
Mientras la Junta de Andalucía no ha dado ninguna explicación al respecto, algunos trabajadores de la Fundación Casa de Alba sí han confirmado la existencia de un proceso judicial abierto entre la Junta y la Casa de Alba, encabezada por duque de Alba, Carlos Fitz-James-Stuart y Martínez de Irujo.
Una de las hipótesis que baraja el entorno más cercano de Cayetana es que este encontronazo podría venir motivado por la negativa de la duquesa a recibir a Susana Díaz en el Palacio de Dueñas tras su toma de posesión como presidenta de Andalucía, algo que siempre se había hecho con los anteriores presidentes de la comunidad.
Aunque en los últimos meses de vida, Cayetana suspendió su agenda y no recibía a nadie, el no recibimiento de Susana pudo haber hecho que la política se molestara y, según algunos, desde entonces comenzara esta guerra.