La hija mayor de Ignacio González y Lourdes Cavero, Lourdes, contraerá matrimonio con Manuel del Barrio Aguirre dentro de cuatro meses. La fecha de la boda ya estaba prevista antes de la detención de González y la pareja ya tenía todos los detalles elegidos, una gran ceremonia en la iglesia del Espíritu Santo, situada en la exclusiva zona de la milla de oro de Madrid, y un convite y fiesta en la finca de moda La Muñoza. Sin embargo, la noticia bomba ha hecho tambalear los planes previstos para una boda que iba a ser por todo lo alto.
Ahora se plantean no celebrar una boda con cientos de invitados como tenían planificado, entre los que se encontraban decenas de dirigentes, afiliados y compañeros de Partido Popular y de otras formaciones, así como empresarios y representantes de medios de comunicación. En su lugar, se están pensando hacer una ceremonia religiosa íntima y sencilla, seguida de una comida o una copa a la que asistan solo los familiares cercanos, según publica ‘Informalia’. No invitarían ni siquiera a los amigos más íntimos, algo que aún estarían a tiempo de hacer ya que no estaban enviadas aún las invitaciones.
Ignacio ha solicitado la libertad
Ignacio, consciente de la faena que le hace a su hija, ha apelado a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para que le retire la prisión preventiva que cumple desde el 21 de abril en Soto del Real por su implicación en la operación Lezo. En la solicitud que ha apoyado en que no existe riesgo de fuga, que huir de la Justicia es “materialmente imposible” y también apela a que su hija mayor “va a celebrar su boda en pocos meses”.
En el recurso ha hecho mención a que tiene sus bienes embargados y carece de medios económicos, además de tener un “arraigo notorio” en España al residir con su esposa y tres hijas. González ha expuesto cómo es su escenario familiar: una de sus hijas es estudiante, de 18 años, su padre tiene más de 90 años y no existe ningún indicio de que “desee romper su relación familiar”.
“Huir es impensable”, ha sentenciado la defensa del ex presidente madrileño, porque ello daría lugar al abandono de sus hijas “en una situación en la que es necesario un apoyo mutuo y del entorno familiar y de amistades para la tranquilidad y el sosiego que en estos momentos necesita”. Por el momento, no ha tenido ningún éxito y no le han concedido la libertad que pide. Sin embargo la familia no pierde la esperanza de que la justicia le declare inocente, le excarcelen y todo siga su curso.