Aunque todo se mantiene en el más estricto de los secretos, aseguran que el próximo 5 de junio es una fecha clave para Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina. Y no solo porque su hija pequeña celebre su cumpleaños. Irene cumple 18 años, lo que, tal y como apuntan diferentes fuentes, facilita que la expareja firme su divorcio ante notario y sin pasar por un juzgado. Tras esa fecha, sería cuestión de días que se rubrique un acuerdo que ha dado mucho de qué hablar. Tanto, como la reciente presencia del exdeportista y la hermana del rey Felipe VI en Barcelona.
Tras meses sin pisar la Ciudad Condal, el pasado martes 23 de mayo, Iñaki Urdangarin se dejaba ver en Sant Joan Despí, localidad donde vive su hijo. Una presencia que despertó la curiosidad de los medios, más aún tras descubrir que apenas unos días después, era la infanta Cristina quien aterrizaba en Barcelona donde aseguran no coincidieron por unas pocas horas.
Sin embargo, lo que sí ha llamado la atención es que ambos visiten Barcelona apenas unos días antes de una fecha tan importante para su divorcio. Un divorcio en el que parece estar ya está todo concretado (y por el que aseguran el exdeportista recibirá una importante cantidad de dinero), y que llegará a su fin dentro de muy poco. Pero parece que antes, Iñaki Urdangarin ha decidido liquidar uno de sus últimos vínculos legales con la infanta Cristina. Un vínculo ya olvidado para muchos, pero que ha sido clave en su matrimonio: la empresa Aizoon.
Iñaki Urdangarin liquida Aizoon, la empresa que compartía con la infanta Cristina
Así lo desvela ‘Vanitatis’ que señala el último paso burocrático de Iñaki Urdangarin “para allanar el camino –más si cabe- a la separación legal” de la hija del rey Juan Carlos. Según el portal, el exdeportista ha liquidado Aizoon, “la empresa que Urdangarin fundó y en la que participaba su mujer. Por Aizoon se sentó la hermana del Rey en el banquillo. Resulta que, pese al olvido, Aizoon sequía viva y no ha sido hasta este 18 de mayo cuando se ha liquidado la sociedad”.
Una operación, “registrada en el Boletín Oficial del Estado y publicada el 26 de mayo”, de la que aseguran se ha encargado el propio Urdangarin, quien hasta la fecha seguía apareciendo en el Registro Mercantil con el cargo de administrador único.
Según apuntan, “la empresa no registraba actividad alguna desde 2013, cuando se presentó un activo de 793.325 euros. No registraba cuentas tampoco desde 2009, dos años después de que Urdangarin fuera imputado”. Finalmente liquidada, la sociedad Aizoon, con la que, según concluyó el juez, “Urdangarin cargaba gastos privados y trataba de blanquear ingresos” fue la empresa que llevó a la infanta Cristina a sentarse en el banquillo al ser socia al 50 %.
La discreta visita de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina a Barcelona
Tal y como comentábamos, apenas unos días después de liquidar la empresa Aizoon, Iñaki Urdangarin se volvía a dejar ver por Barcelona. Un viaje para visitar a su hijo Pablo Urdangarin, y, tal y como señala ‘Vanitatis’, acompañarle a Granollers para firmar con el que será su nuevo equipo y saludar a los responsables del club, amigos del exdeportista.
Pero además de pasar unos días con su hijo, el novio de Ainhoa Armentia también ha estado con Mario Pascual Vives, gran amigo y su abogado: “Es él quien se encarga de todo lo relacionado con las empresas de Urdangarin, porque de su divorcio, tal como Pascual Vives señala insistentemente, se encarga el mismo abogado para la Infanta y su todavía marido”. Una reunión que, es de imaginar, podría estar también relacionada con los últimos flecos pendientes antes de firmar el acuerdo de divorcio.
Aunque se desconoce cuándo abandonó Iñaki Barcelona, parece que no coincidió con la infanta Cristina, quien aterrizaba el pasado viernes, procedente de Ginebra, acompañada de su hija Irene. Al parecer, madre e hija acudieron al concierto que Coldplay ofreció el pasado domingo en la Ciudad Condal. Eso sí, una vez más, la hija del rey Juan Carlos trató de pasar lo más desapercibida posible, y por el momento no hay imágenes de su presencia.
