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La condena a Kiko Hernández y otros asuntos vetados en ‘Sálvame’

Creemos que en Sálvame se habla de todo, que la intimidad de los colaboradores está al alcance de cualquiera, pero esto no siempre es así. Hay determinadas ocasiones en las que los temas pasan completamente desapercibidos. Vetos conscientes del programa para proteger a algunos de sus integrantes. Pero, ¿por qué no a todos? Hoy repasamos los asuntos de los que no se puede hablar.

  • La condena a Kiko Hernández y otros asuntos vetados en Sálvame (Gtres)

La aparición de Belén Esteban en un plató es impredecible. La princesa del pueblo ha conseguido mantenerse a lo largo de los años gracias a sus reacciones viscerales, sus declaraciones explosivas y su falta absoluta de reflexión y, claro, tanta espontaneidad tiene un precio. Sin inmutarse, la colaboradora reconoció ante la audiencia que su participación en GH VIP había sido una imposición, suponemos, de la cadena -'sí o sí', asegura que le dijeron- y que su exitoso libro de memorias contiene fragmentos que ella no contó. Así, sin anestesia ni nada. Imaginamos a directivos tirándose de los pelos en sus despachos. 

Pero no crean que este destape a que nos tiene acostumbrados el programa se aplica en todos los casos. Hay temas que, por mucho que sean actualidad, no aparecen en la escaleta de Sálvame. Son los vetos deluxe, silencios que consiguen enfurecer a los famosos que sí son analizados en directo y que dejan al público con la sensación de que hay colaboradores de primera y otros de segunda. ¿Cómo es posible que sepamos cada movimiento de unos mientras que de otros desconocemos gran parte de su vida privada? Nosotros que nos habíamos creído eso de que era un programa vivo, casi un reality donde los protagonistas eran los propios integrantes... 

Hoy aprovechamos la llegada del fin de semana y rescatamos algunas polémicas que pasaron totalmente desapercibidas para los responsables deSálvame. Ay, ¡qué caprichoso es el destino! 

La enfermedad de Belén Esteban

La ventaja de la televisión es que los espectadores olvidamos rápido. Ya casi ni recordamos que Belén Esteban estuvo ausente del programa durante unos cuantos meses y que todo el mundo cerró filas alrededor de su figura estrella. De la noche a la mañana, ya no se pronunciaba el nombre de la princesa del pueblo en Sálvame. No fue hasta que la implicada se sentó en el Deluxe y contó, con precaución, los motivos de su ausencia, cuando se levantó el veto. Desde entonces hablamos de su 'enfermedad' y no porque la colaboradora no se atreva a decirlo, sino porque la censura se lo impide. 

La condena a Kiko Hernández

Pese a que comentar las demandas que los colaboradores reciben de los famosos es algo habitual en Sálvame, el programa silenció la condena de Kiko Hernández por apropiación indebida. De hecho, el colaborador desapareció del espacio durante un tiempo después de que la noticia saltara a los periódicos. Hernández fue condenado a seis meses de prisión por haberse quedado con 14.000 euros de un cliente de su antigua inmobiliaria. Así lo dictaminó el Juzgado de lo penal número 26 de Madrid y lo ratificó la Audiencia provincial. De todo esto, ni una palabra en el programa. 

La imputación del novio de Paz Padilla

Como si del Partido Popular se tratase, un día amanecimos con la noticia de la imputación del novio de Paz Padilla en portada de las revistas. Dos delitos de prevaricación y uno de malversación de caudales parecía que pesaban sobre su cabeza. ¿Se habló en Sálvame? Por supuesto que no. La presentadora respondió, pero no es su programa, sino en la revista QMD. Claro, esto enfureció a famosos como Kiko Rivera, que no entendía por qué se hablaba del juicio de su madre y no de asuntos como éste. Aunque, ¿acaso son comparables? 

El conflicto del ‘Laboratorio de la voz’

La llegada al mundo del canto de Jorge Javier Vázquez fue muy celebrada en Sálvame. El presentador no perdió oportunidad de comentar sus nuevas inquietudes artísticas y anunciar la creación del ‘Liceo de la voz’, su nueva aventura empresarial. Pero, de repente, nos dimos cuenta da que la academia había pasado a llamarse 'Laboratorio de la voz' y no entendimos nada. Resulta que el presentador había tenido un conflicto con la que era su socia y directora del centro y ésta había registrado el anterior nombre. Hubo juicios, declaraciones de los representantes legales y de todo nos enteramos por fuentes distintas del propio programa. Estas cosas en Sálvame no se tocan.

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