Las imágenes sobre un nuevo posible desplante de la reina Letizia a su familia, en este caso, a su propio marido, el rey Felipe VI, han visto la luz.
El lugar de los hechos fue otro acto oficial de los reyes, esta vez, en Girona con motivo de la entrega de premios Fundación Princesa de Girona.
Al llegar al evento, que se celebró en el Celler de Can Roca, en vez de en el auditorio de la ciudad por la prohibición expresa del Gobierno local, caía una fina lluvia. El primero en salir del coche oficial fue el rey, quien en un acto de protocolo esperó a que su esposa, doña Letizia, bajara del vehículo. La reina, ataviada con un vestido rojo de la firma Carolina Herrera, sandalias a juego y pendientes de diamantes, salió del coche oficial y en ese momento uno de los ayudantes le ofreció un paraguas azul que Letizia acogió agradecida, quizás, para no estropear su peinado, puesto que decidió lucir una coleta alta rizada.
Hasta aquí todo parecía ir según lo previsto, pero fue instantes después, en el momento en el que los reyes se reunieron cuando se observa un posible rifirrafe entre ambos por el paraguas. El rey se acerca a Letizia y tras intercambiar unas palabras con su esposa e incluso intentar asir el mango, finalmente la reina no lo suelta y el rey busca resguardo en la carpa del evento.
Las interpretaciones son varias. La primera sostendría que el Rey se acercó a Letizia en un intento por resguardarse de la lluvia y le pidió compartir paraguas, llegando incluso a insistir intentando coger el mango. Pero la reina no lo suelta y con una sonrisa le niega el cobijo. Esta versión confirmaría un nuevo desaire de Letizia a su familia ante los medios de comunicación.
https://twitter.com/Corruptologiaa/status/1012726981706878976?ref_src=twsrc%5Etfw
Otra opción más romántica y también plausible sería la de que el rey se acercó a Letizia y le ofreció la posibilidad de sostener él el paraguas en un gesto de caballerosidad para que su esposa no se viera en apuros a la hora de conjugar sus tacones de 10 cm y el suelo mojado y resbaladizo. Pero ésta, sintiéndose segura, declina la ayuda. Sin duda, esta interpretación desmentiría las críticas que la reina está recibiendo por su reacción.