La Sala I de lo Civil, del Tribunal Supremo ha confirmado una condena a Mediaset a pagar 50.000 euros a la escritora Lucía Etxebarría por daños morales, al estimar que existió una “intromisión ilegítima en su honor y en su intimidad personal y familiar” en dos programas emitidos en Telecinco en agosto de 2013 (‘Sálvame Deluxe’ y ‘Sálvame Diario’) después de que Lucía abandonase el reality ‘Campamento de verano’. Además la cadena deberá abonar las costas del proceso y difundir el fallo de la sentencia en los programas ‘Sálvame Deluxe’ y ´Sálvame diario’.
La escritora decidió abandonar el concurso, según su versión, “tras vivir una desagradable experiencia”. Relató que había presenciado la masturbación de uno de sus compañeros. Después Lucía entró en crisis por los comentarios que se realizaron en diferentes programas de la misma cadena sobre su vida y su persona para, según su testimonio, que ella perdiera credibilidad.
A finales de 2015 es cuando decide interponer la demanda por los comentarios que se realizaron sobre ella en dos programas de ‘Sálvame’ que se emitieron el 2 y el 5 de agosto de 2013. En dichos programas la misma productora del reality contactó con una supuesta amiga de la escritora y anunció que se iba a “desenmascarar” a Etxebarría. En estos espacios calificó a Etxebarría de “falsa”, “ingrata”, “rácana”, “rata”, “sucia”, de “tener la casa llena de mierda”, “una cocina que era como Chechenia, con todos los vasos y cubiertos sucios”, y “nada en la nevera pese a ser madre de una niña pequeña”.
Estos comentarios, según recoge la sentencia, iban acompañados por rótulos del programa entre los que podía leerse: “Lucía es manipuladora, una tacaña y está desequilibrada”. “Lucía se cree superior a todos los demás. Es una ególatra”. “Lucía no tiene amigos, no la quiere nadie”, etc.
El Supremo confirma la sentencia de la Audiencia Provincial
En la sentencia del Tribunal Supremo consta que Mediaset argumenta en su recurso que según el contrato firmado por Lucía Etxebarría, “estaba obligada a permanecer en 'Campamento de verano' un máximo de ocho semanas a cambio de una cuantiosa retribución (8.000 euros semanales más 700 por gala ordinaria tras su expulsión, más 1.000 euros por gala especial), a cooperar con la productora, a aceptar la limitación de sus derechos a la intimidad y a la libertad por la propia naturaleza del concurso…”
Ninguno de los argumentos esgrimidos en el recurso presentado por Mediaset ante el Tribunal Supremo han evitado la condena que vuelve a confirmar la sentencia dictada previamente por la Audiencia Provincial de Madrid, que a su vez ratificó el fallo emitido por el Juzgado de Primera Instancia.
El fallo, además de la condena económica, también incluye la obligatoriedad de difundir el encabezamiento y el fallo de la sentencia mediante su lectura en los programas en los que se produjo la intromisión, tanto en 'Sálvame Deluxe' como en 'Sálvame diario'.
Además especifica que la intromisión en el honor y la intimidad de Lucía Extebarría se produjo por las revelaciones efectuadas en dichos programas por una actriz sobre aspectos privados de la vida de la escritora que trataban de desacreditarla ante la opinión pública al presentarla como una persona descuidada con su higiene personal y la de su hogar.
Lucía echa la culpa a Telecinco de no encontrar trabajo durante tres años
Lucía ha publicado una imagen con la condena a Telecinco junto a estas palabras: “Han sido cinco años, cinco años de juicios. De juicios inacabables. Fueron casi tres años que estuve sin trabajar porque cierta gente en Telecinco me había creado fama de loca y conflictiva. Meses en los que no podía ni salir a la calle. Años en los que mi hija tuvo que escuchar los mismos insultos repetidos por parte de niños que veían esos programas ( a qué padre en su sano juicio se le ocurre dejarle ver Sálvame a su hijo o hija). Al final cambié a mi hija de colegio. Años en los que resistí a todas las tentadoras ofertas de Telecinco para "ir a explicar mi versión". Resistí a ofertas de mucho dinero, porque sabía que si aceptaba ese dinero envenenado no podría ir después a tribunales.
50.000 euros no pagan lo que pasé, os lo juro. Pero pueden ayudar a otras personas que no tuvieron el apoyo de sus amigos, o una reserva de dinero para resistir tres años sin trabajar, o la cabeza para saber decir no. A día de hoy todavía me dicen que fue mi culpa y que sabía a dónde iba. No, no lo sabía. Campamento de verano iba a ser un programa blanco, de entretenimiento. Y yo solo estuve allí dos semanas. El acoso, sin embargo, duro meses.
Hubiera ganado mucho más si hubiera vuelto. Probablemente cien mil euros por un paquete de tres entrevistas. No quise. La dignidad vale más que dinero. Volví a Telecinco cinco años después, cuando ya les había ganado, pero la noticia aún no era pública pues el Supremo no la había ratificado. Y volví en mis términos y condiciones”.
Una publicación compartida de Lucía Etxebarria (@lucia_etxebarria_) el Ene 9, 2018 at 12:42 PST