Los secretos de Marivent, la residencia de verano de la familia real: su polémico origen, el interior del palacio y su caro mantenimiento

Como cada año, la familia real se prepara para iniciar sus vacaciones de verano. Unos días de descanso que tienen como epicentro el Palacio de Marivent, en Mallorca, donde los reyes Felipe y Letizia disfrutan de la primera parte de sus vacaciones, en las que aún mantienen parte de su agenda oficial.

Tal y como ha confirmado la Casa Real, será la semana que viene cuando comiencen a llegar los miembros de la familia real, y se espera que, una vez más, sea la reina Sofía la primera que aterrice en la isla.

Fue en el año 1973 cuando el rey Juan Carlos y la reina Sofía convirtieron Marivent en la residencia de verano de los Borbón. Un regalo del gobierno Balear que la familia real lleva más de 50 años disfrutando. Algo que no ha estado exento de polémica.

Descubrimos los secretos del palacio de Marivent, la espectacular propiedad en la que pronto se instalarán tanto los reyes Felipe y Letizia como la Emérita, quien un verano más volverá a reunir a sus hijos y nietos bajo el mismo techo.

Los orígenes de Marivent y la polémica por su cesión a la familia real

Como decíamos, fue en agosto de 1973 cuando el rey Juan Carlos y la reina Sofía se instalaron junto a sus tres hijos por primera vez en Marivent. Fue la por entonces Reina quien se encargó personalmente de la decoración del palacio, inspirándose en Tatoi, su añorado hogar ateniense. Desde entonces, convirtieron esta propiedad en su residencia de verano, donde han recibido a ilustres invitados como Carlos de Inglaterra y Diana de Gales, Bill y Hillary Clinton, Michelle Obama o Mijaíl Gorbachov.

Sin embargo, este palacio no estaba destinado a este uso. La construcción de Marivent comenzó en 1923 a manos del arquitecto Guillem Forteza. Un encargo del pintor, coleccionista de arte y mecenas griego Juan de Saridakis quien, enamorado de la isla, quiso construir su vivienda en este enclave único, junto al acantilado de Cala Major.

Saridakis vivió en Marivent hasta su muerte en 1963, dejando legada la propiedad a la diputación provincial de Mallorca, con una condición: que se le diera uso de museo con su imponente colección de arte, en la que se incluían importantes obras de artistas como Picasso, Sorolla y Rusiñol. Una voluntad que su viuda, Anunciación Marconi, cumplió cediendo Marivent al pueblo balear.

Poco después de que el gobierno balear cediera la propiedad a la familia real, los herederos de Saridakis llevaron el caso a los tribunales donde, en 1988, se decidió que se les tenían que devolver los muebles y cientos de obras de arte que decoraban el Palacio. Desde entonces se colocaron obras y muebles procedentes de la colección de Patrimonio Nacional.

Aunque al Palacio de Marivent no se puede acceder, a pesar de las numerosas peticiones que exigen que se ‘devuelva’ su uso al pueblo balear, en 2017 se acordó abrir al público los 9.000 metros cuadrados de jardines donde, además de una gran variedad de especies botánicas, se encuentran 12 esculturas de Joan Miró.

Así es el interior de Marivent: el palacete, tres casas y amplios jardines

Marivent cuenta con 33.000 metros cuadrados. Una gran extensión en la que, además del palacio principal, se encuentran otros edificios como Son Vent, la casa en la que se alojan los reyes Felipe y Letizia, y otras dos, de 200 metros cuadrados cada una, destinadas a las infantas Cristina y Elena. Pero además, en la finca hay un helipuerto y la masía, la zona en la que reside el personal doméstico de Casa Real y que cuenta con sala de prensa.

El Palacio de Marivent cuenta con 1.826 metros cuadrados y, aunque durante años acogió a toda la familia real, en la actualidad, además de alojar a la reina Sofía, se utiliza como centro de trabajo.

Cuenta con cuatro plantas, incluido el sótano. En la planta baja se encuentra el salón principal con una amplia terraza con vistas al mar, el comedor, la biblioteca, la cocina y un dormitorio. En la planta superior están el resto de dormitorios, cuartos de baño y dos salones. En este edificio se encuentran las famosas escaleras en las que durante años posó la familia real al completo. Una tradición que se perdió hace años tras los escándalos y distanciamientos.

Como decíamos, los reyes Felipe y Letizia no se alojan en el palacio principal, lo hacen en Son Vent, una casa situada a pocos metros, que tiene 500 metros cuadrados, un jardín de palmeras y árboles frutales y una piscina. El interior de la vivienda está compuesto por dos plantas, y cuenta con ocho habitaciones, una biblioteca, un gran salón, un comedor, cocina y tres cuartos de baño.

Esta casa, que fue reformada en 2004, año en el que se casaron los Reyes, está decorada con muebles de estilo mallorquín, sofás tapizados en azul y cortinas de roba de llengües, un ikat típico de la isla. Además, destaca una bóveda en el salón principal.

El caro mantenimiento del Palacio de Marivent

A diferencia de otras propiedades de las que disfruta la familia real, Marivent no pertenece a Patrimonio Nacional, sino a Baleares, gobierno que hace frente a gran parte del mantenimiento de esta propiedad. Aunque no se conoce con exactitud el coste del mantenimiento de la residencia de verano de la familia real, sí han salido a la luz algunas cifras.

Así ocurrió el pasado verano cuando las partidas de los presupuestos de la Comunidad Autónoma desvelaron que el coste de mantenimiento de Marivent entre el periodo de 2017 y 2023 ascendió a 4,9 millones de euros.

Según recogen los Presupuestos Generales de las Islas Baleares para este 2024, está presupuestado 1,2 millones de euros para el “mantenimiento y conservación del complejo de Marivent’. Una cantidad de la que hasta el segundo trimestre del año, es decir, sin contar el verano, se han gastado 365.251 euros (entre gastos corrientes en bienes y servicios y gastos en personal).

Eso sí, a estos gastos hay que añadir lo que invierte Patrimonio Nacional y otras posibles partidas relacionadas con la presencia de la familia real en Marivent. Unas cantidades que se desconocen, principalmente, por razones de seguridad. Eso sí, en julio de 2023 se sacó a concurso el contrato para la limpieza labores de acondicionamiento de la residencia con un valor estimado en medio millón de euros.