Meghan Markle es la protagonista de la portada de otoño de la revista 'The Cut', el suplemento de 'The New York Times'. La duquesa de Sussex de 41 años ha posado para la publicación con diferentes estilismos y ha hecho declaraciones demoledoras que han vuelto a hacer temblar los cimientos de Buckingham.
La mujer del príncipe Harry, que está a punto de estrenar su propio documental en Netflix y tiene su propio podcast 'Archetypes', ha vuelto a hablar de la familia real británica, como ya hizo anteriormente en la entrevista que le concedió a Oprah Winfrey, donde desveló que pensó en suicidarse, que celebró una boda secreta con Harry y acusó a la familia de este de racismo tras asegurar sufrir acoso por el color de la piel de su hijo. Un sufrimiento que a muchos les recordó el que vivió Diana de Gales. Justo este 31 de agosto se celebraba el 25 aniversario de la muerte de Lady Di.
La salud mental de Meghan fue un grave problema y uno de los motivos de peso por los que el matrimonio decidió apartarse de la casa real británica ya que, según relataron ellos mismos en marzo de 2021, la propia familia real se negó a que recibiera la ayuda que necesitaba. Markle ha confesado que la razón por la que se ha mantenido en silencio es que "todavía se está curando"
En la revista 'The Cut' también ha hablado de temas controvertidos como su relación con la realeza o el distanciamiento entre Harry y su padre, Carlos de Inglaterra, así como otros temas más curiosos sobre su vida actual o la casa en la que viven.
Meghan habla de la relación de Harry con su padre, Carlos de Inglaterra
En una de las partes de la entrevista, Meghan habla de algunas de las polémicas que ha vivido con la familia de su marido y señala que hay espacio para el perdón: "Creo que el perdón es muy importante. Se necesita mucha más energía para no perdonar. Pero se necesita mucho esfuerzo para hacerlo. Realmente he hecho un esfuerzo activo, sobre todo sabiendo que puedo decir cualquier cosa. Tengo mucho que decir hasta que no lo hago. A veces, como dicen, la parte silenciosa sigue siendo parte de la canción".
También ha hablado de cómo es la relación de Harry de Inglaterra con su padre, el príncipe Carlos, la duquesa afirma: “Harry siente que ha perdido a su padre. Harry me dijo: ‘Perdí a mi padre en este proceso’. No tiene por qué ser lo mismo para ellos que para mí, pero esa es decisión suya"
Estas palabras han causado tal polémica que horas después tuvieron que salir a desmentir la interpretación que se le habían dado a estas declaraciones de Meghan. Omid Scobie, periodista del 'New York Times' y portavoz 'no oficial' de la mujer del príncipe Harry según el 'Daily Mail,' ha escrito en Twitter: "Parece haber confusión en algunos titulares sobre esta cita en la entrevista de 'The Cut'. Entiendo que el príncipe Harry en realidad se está refiriendo a la pérdida de su propio padre por parte de Meghan, y Meghan dice que no quiere que Harry pierda el suyo".
Según explica, Meghan se refirió a la mala relación que tiene ella con su padre, Thomas, sobre todo tras las famosas declaraciones que hizo sobre ella antes de su boda con Harry en 2018. "La duquesa en realidad quería decir que había perdido a su propio padre solo unas horas después de que se publicara un artículo explosivo".
Meghan Markle desvela que vuelve a Instagram
En la revista 'The Cut', Meghan señala que vuelve a unirse a Instagram. La esposa del príncipe Harry desvela que cuando era miembro de la familia real, no tenía el control sobre su propia cuenta, cuyo usuario era @KensingtonRoyal, que compartían con Kate Middleton y el Príncipe William.
La actriz de 'Suits' cuenta que eran otros los que decidían por ella lo que se publicaba y cuándo. Por ello, tras apartarse de Windsor, tras el llamado 'Megxit', se alejó de las redes sociales: "Tomé una decisión personal de no tener ninguna cuenta por mi propia salud, aunque eso fue un gran ajuste. Pasar de ese tipo de autonomía a una vida diferente fue duro, pero amaba a Harry y lo hice por él”.
Aunque ya no pertenece a la familia real británica, Markle es consciente de que sigue teniendo un estatus de princesa, con lo que esto conlleva. "Es importante ser reflexivo al respecto porque, incluso con la entrevista de Oprah, era consciente del hecho de que hay niñas pequeñas que conozco y son como, ‘Oh, Dios mío, es una princesa de la vida real".
El racismo en la prensa inglesa y su vuelta a Londres
No es la primera vez que Meghan Markle habla del racismo que ha padecido tanto ella como su hijo Archie, tanto por miembros de la familia real como de la prensa británica, a la que Harry y ella debían enviar sus fotos familiares si querían sacarlas en su Instagram, por ejemplo.
"Hay, literalmente, una estructura en la que si quieres publicar fotos de tu hijo, como miembro de la familia, se las tienes que dar primero a la Royal Rota. ¿Por qué iba a darle una foto de mi hijo a la misma gente que lo estaba llamando negro antes de poder compartirlo con la gente que lo quiere? Dime cómo eso cobra sentido y entonces entraré en el juego", ha señalado en la revista.
De hecho, Meghan asegura que "sólo por existir, estábamos alterando la dinámica de la jerarquía", ya que ella y Harry se convirtieron en carne de cañón constante para los medios.
Sobre su regreso Londres, el pasado mes de junio, con motivo de la celebración del Jubileo de Platino de la reina Isabel, Meghan señala que fue un viaje con mucha mezcla de sentimientos, buenos y malo. Cuando volvió a Frogmore Cottage, a su anterior hogar, y mientras hacía las maletas, reflexionó sobre algunos de esos momentos difíciles.
"Volví y mientras abría los cajones, pensé: 'Oh, Dios mío. Esto es lo que escribía en mi diario", ha indicado, añadiendo que se sentía en un sitio "surrealista" al volver. "Fue un momento agridulce, ¿sabes? Pensar que nada de esto tenía que ser así".
Harry y Meghan se compraron una casa de más de 14 millones de dólares en California
El matrimonio vive con sus dos hijos Archie, de 3 años, y Lilibet, de 1, en California, donde se compraron una casa que costaba más de 14 millones de dólares. Hasta ella misma reconoce que no tenían dinero para adquirirla.
"No teníamos trabajo, así que no íbamos a venir y ver esta casa para nada. No era posible. Es como cuando era joven y miraba escaparates, es en plan: no quiero ir y mirar todas las coas que no me puedo permitir. No está bien", ha contado.
Sin embargo, al final, fueron a verla y se hicieron con ella. "Una de las primeras cosas en las que mi marido se fijó cuando estábamos viéndola fueron esas dos palmeras. ¿Ves que están conectadas en la base? Y él dijo: 'Mi amor, somos nosotros'. Ahora, cada día, cuando Archie pasa por ahí les dice: 'Hola, mami. Hola, papi'".
