Pablo Iglesias, de 42 años, ha decidido cambiar de imagen tras dejar la política y se ha cortado el pelo.
La noticia de que el exvicepresidente del Gobierno y líder de Podemos se había cortado la coleta corrió como la pólvora por varias redacciones en la mañana del martes. Trabajadores del Congreso y algunos diputados aseguraban haberle visto cuando dejó a sus hijos en la guardería de la Cámara Baja a primera hora de la mañana.
Desde entonces, se intentó confirmar la noticia a través de una imagen. Fue imposible. Ni siquiera desplazándose a Galapagar hubo manera de captar la fotografía con el nuevo ‘estilo’ de Iglesias.
Finalmente, el político ha decidido filtrarla a uno de sus periodistas preferidos, cuyo libro sale leyendo en una de las dos instantáneas que publica 'La Vanguardia'. Las instantáneas, además, están firmadas por el fotógrafo oficial de la formación morada.
Pablo Iglesias, apodado 'El coletas'
Su mítica coleta, que le había llevado a ser conocido como 'El coletas', siempre fue un asunto polémico ya que muchos consideraban que un político no podía tener el pelo largo y daba mala imagen.
Incluso sus propios asesores le recomendaron que se cortara el pelo cuando comenzó en el mundo de la política pero él se negó. "Mientras tenga pelo, llevaré coleta", explicó hace años.
En las primera fotos que se han publicado de Pablo Iglesias, expolítico y pareja de Irene Montero, se le ve con el pelo orto y la raya a un lado.
Además, otra cosa que ha llamado la atención de estas primeras imágenes, es la pose que tiene de erudito sosteniendo un libro que lleva el título de 'Me cago en Godard', de Pedro Vallín.
"El equipo de campaña de las narices me dijo que me quitara el piercing"
En una entrevista que le hizo Jordi Évole en su programa de La Sexta, habló de que su coleta era "marca de la casa", así de cómo su equipo le obligó a quitarse el piercing que llevaba. "Hasta hace nada lo llevaba, hasta que el equipo de campaña de las narices me dijo que me lo tenía que quitar. Estas cosas que tiene uno que asumir y no me gustan nada", se quejó al periodista.
Iglesias contó que explicó por qué tenía que quitárselo y la respuesta fue que "porque la imagen que se transmite en un símbolo". "Eso es un peligro", se quejó el político, "hay que tener siempre miedo a eso, a que cambies demasiadas cosas pero también la estética es una manera de transmitir un mensaje".
Le obligaron a quitarse el piercing pero con la coleta fue tajante: "Es la marca de la casa"
El exlíder de Podemos lo comparaba entonces a que entendió que había gente que podía considerarlo como "una falta de respeto" y "había que ser cuidadoso". Lo comparaba con quitarse la gorra al entrar en un sitio o ponerse una camisa negra en un funeral para una persona muy religiosa.
Évole insistió entonces en que si le parecía bien que le dijeran que se quitara el piercing porque podría restar credibilidad. "Alguien me dice a mi: 'Pablo, lo fundamental es que la gente escuche lo que están diciendo, que no hablen de tu piercing o del pendiente porque ya bastante hablan de la coleta y con la coleta has sido tajante y has dicho que no te la vas a cortar'".
Jordi le preguntó si le recomendaron quitarse la coleta, a lo que respondió: "Con eso no se atreven. Llevo 35 años llevando el pelo largo. Esto es marca de la casa".
Anteriormente, probó a recogerse el pelo en un moño
El pasado mes de septiembre, Iglesias ya reapareció en televisión con un cambio de imagen: con moño alto, tipo samurái, y con un pendiente negro de aro en su oreja izquierda.
En esta ocasión su cambio de pelo también acaparó todas las miradas en un día en el que se dieron a conocer unos pésimos datos del paro, fue la vuelta a las aulas y en medio de una ola de rebrotes por el coronavirus.
Su cambio de imagen lo justificó diciendo: "Entre la ola de calor y que mis hijos me tiran del pelo… tocaba nuevo look".
De joven ya llevaba pendientes y piercings
El pendiente que incorporó a su nuevo look, era un accesorio que ya llevó hace muchos años cuando era joven.
En aquella época llevaba además varios aros y un piercing en la ceja.