La muerte del torero Sebastián Palomo Linares tras someterse a una intervención quirúrgica de corazón recrudeció la guerra entre su viuda, Concha Azuara, y los hijos del torero. La magistrada llegó a criticar la actitud de estos de no haber acompañado a su padre en el lecho de muerte, les acusaba de haberle abandonado y señaló que desde hacía años no se hablaban. Un distanciamiento que se produjo cuando Palomo Linares se separó de su exmujer, Marina Danko.
Se preveía que iba a haber lucha familiar por la herencia y así ha sido. Meses después de su muerte, la tensión ha ido a más y ahora los tres hijos de Palomo Linares, Andrés, Miguel y Sebastián, están pensado en interponer una denuncia por la desaparición de dos millones de euros en objetos personales de la finca El Palomar, en la que vivían Concha y el torero.
Los vástagos encontraron la casa vacía y echan en falta 40 cuadros, seis relojes suizos, un cuadro de un cotizado autor que iba dedicado al diestro, trajes de luces y una colección de cinturones de Hermés y joyas, según publica ‘Corazón TVE’.
Al ser preguntada por este tema, señaló. “Yo me fui como vine. No he cogido nada que no sea mío”. Concha ha apuntado que “en casa hay mucho personal de servicio”, apuntado sobre otros las sospechas del robo.
Otro de los aspectos que ha enfadado a los hijos de Palomo Linares es que Concha, que no llegó a casarse con el torero, habría ordenado poner a la venta la finca y querría percibir un tercio de la venta, alrededor de un millón de euros.