La alfombra roja de la 32º edición de los premios Goya 2018 no ha sido muy arriesgada. El color negro ha sido la nota dominante de la noche aunque el 'brilli brilli' también ha tenido un lugar destacado en la gran fiesta del cine.
También hemos visto escotazos, aberturas de vértigo, transparencias y alguna espalda al aire que otra pero se ha echado en falta más riesgo y esos estilismos capaces de dejarnos con la boca abierta. (No te pierdas la galería de imágenes).
Entre las mejor vestidas nos encontramos a las estilosas Juana Acosta y Nieves Álvarez, que nunca defraudan; Leonor Watling estaba espectacular también, vestida de rojo pasión, de Stella McCartney y con la espalda al aire. Penélope Cruz también brilló sobre la alfombra con un vestido blanco Atelier Versace con espalda muy original que le sentaba muy bien. Hiba Abouk, Irene Escolar o Aura Garrido, también están entre las que más nos han gustado.
Entre los peor vestidos estaban Aida Domenech, conocida como Dulceida, con un vestido asimétrico poco adecuado para esta gala; Pepa Charro, La Terremoto de Alcorcón, con un vestido imposible estilo flamenco con rostros por todo el vestido; Antonia San Juan se pasó de enseñar carne con un excesivo escotazo y aperturas con un vestido-esmoquin; lo mismo que le pasó a María Botto, que pecó de excesiva apertura frontal y escotazo. Tampoco nos gustó Brais Efe, se parecía más a los payasos del anuncio de detergente, Rossy de Palma, que ya es un 'must' en el lado de las peor vestidas, con lo bien que nos cae, o Najwa Nimri, que patinó con el vestido de gran escote que no le favorecía.
Los hombres arriesgaron más que las mujeres
En una gala en la que el feminismo se apoderó de los Goya, tanto con abanicos rojos reivindicativos como por los discursos, llama la atención que, a diferencia de otros años, los que más hayan arriesgado sobre la alfombra hayan sido hombres. Entre ellos estaban Brais Efe, que patinó con su traje multicolor; los Javis, Javier Ambrossi y Javier Calvo, que iban de Gucci; Aldo Comas, con una langosta en su americana, que era un guiño a Dalí; y Eduardo Casanova, sin camisa y con un diseño de Palomo Spain. (No te pierdas la galería de imágenes).