La princesa Leonor ha tenido que adaptarse a la vida militar a marchas forzadas ya que además está haciendo dos cursos en uno en la Academia General Militar de Zaragoza. Las dos primeras semanas “no fueron fáciles” para la hija de los reyes Felipe y Letizia y le costó un poco integrarse”, según publica la revista ‘¡Hola!’, que muestra un amplio reportaje de la heredera al trono y de la dura instrucción que está haciendo, que comenzó el día 3 de febrero y dura hasta el día 9 de febrero.
A pesar de que “no estaba al cien por cien”, la princesa de Asturias estaba “muy decidida a superar el reto” y lo está haciendo satisfactoriamente. Mientras algunos alumnos abandonaron nada más comenzar la formación militar castrense, la cadete Borbón Ortiz está totalmente decidida a prepararse lo mejor posible tanto personal como institucionalmente y le echa muchas ganas. Sin embargo, se desconoce si en el tiempo que lleva en la Academia General Militar de Zaragoza, donde se lleva formando ya seis meses, ha sufrido algún arresto, como le ocurrió a su padre, el rey Felipe VI, por llegar tarde alguna vez.
El lado más desconocido de la princesa Leonor
La princesa Leonor “está encantada” y muy “integrada en la academia militar con sus compañeros, donde ha hecho grandes amigos y con los que la hemos visto salir de fiesta por Zaragoza, como ocurrió cuando salió a la luz el vídeo de ella bailando en la discoteca Parros, que os mostramos en 'Vozpópuli'. “Es una cadete feliz que pone el máximo empeño en todos los programas de instrucción y lo está haciendo muy bien”, ha señalado el círculo más cercano a los reyes Felipe y Letizia a la mencionada revista.
Además, han añadido: “No solo cumple, sino que sus resultados son motivo de orgullo para sus padres. Especialmente para Felipe VI que pasó por lo mismo y sabe lo duro que es”. El hecho de que sus padres se sientan orgullosos de ella, es algo que le llena de satisfacción a la princesa de Asturias, sobre todo que lo esté su padre que “es el referente máximo y el modelo de actuación. El jefe con el que comparte un destino”.
Durante este tiempo de formación militar, hemos conocido aspectos desconocidos de la vida de la princesa Leonor, como que es “desenvuelta, espontánea y popular, que se esfuerza al máximo, saca pecho en los ejercicios y no se queda atrás”.
Además de haberla visto con un fusil al hombro y arrastrarse por el suelo, también ha ganado medallas porque se le da bien la esgrima, jugar al voleibol y también practica la hípica, “un deporte que le costó al principio pero en el que ha ido mejorando mucho”.
Justo la semana pasada, pudimos ver unas fotos de la princesa Leonor tras participar en el XXIV Campeonato Deportivo de Academias Militares para Oficiales, conocido popularmente como Interacademias, donde jugó al voleibol en Murcia y también participó en una competición mixta de esgrima donde quedó en segundo puesto.
Tiene gran capacidad de adaptación, es positiva, se hace querer y es una alumna brillante
La princesa Leonor “disfruta de todo en la medida de lo posible, tiene una gran capacidad de adaptación y una positividad contagiosa”, es de las que ven “el vaso medio lleno y saca el lado bueno de todo”. Además, ·es una joven muy equilibrada, que está serena, tranquila y satisfecha”, ha señalado una fuente del Ejército de Tierra.
“La princesa Leonor no va de nada y se hace querer. No se queja nunca, disfruta, sufre y pasa por lo mismo que sus compañeros de batalla, anima en el mal momento y se muestra vulnerable cuando toca, porque también necesita sentirse arropada”, ha añadido la citada fuente.
Además, Leonor tiene una excelente relación con sus compañeros de promoción de la academia, le gusta el ambiente y ha hecho su propia pandilla de amigos.
Una persona cercana al rey Felipe VI también ha hablado de la Princesa. “Lo que se ve, es lo que es”. “Fue educada en nuestro deber, función y a lo que estamos comprometidos, y nunca se cuestionó su papel”, ha destacado. Además de explicar que la princesa Leonor “está dispuesta a sacrificarse al máximo y le está siendo muy útil lo que está viviendo y aprendiendo” ya que la formación castrense te enseña cosas que no se encuentran en otro lugar”.
Además, esta persona cercana al rey Felipe VI ha destacado que la princesa Leonor “sigue siendo una alumna brillante entre compañeros con notas altísimas”.
Instrucción de máxima exigencia y prácticas con explosivos y fuego real
Desde el día 3 al 9 de febrero, la princesa Leonor se enfrenta a una semana de pruebas de máxima exigencia, tanto física como mental, en la que va a aplicar toda la teoría que ha aprendido en los libros en el campo de maniobras de San Gregorio, donde está con sus compañeros de segundo curso de la Academia General Militar de Zaragoza. En total hay unos 200 alumnos.
Durante estos días está haciendo prácticas de instrucción de combate, de pelotón y de sección, donde tiene que demostrar los conocimientos adquiridos y sus capacidades para ejercer el mando de unidades y su nivel de instrucción como combatiente.
En estas prácticas, la princesa Leonor está manipulando explosivos y fuego real, un fusil de asalto para los ejercicios de tiro y está haciendo marchas de endurecimiento con el equipo.
La instrucción incluye prácticas de pelotón y sección de fuego y movimiento con las que aprende a moverse por el campo hasta acercarse al “enemigo”, que es un blanco, fijo, haciendo fuego. También hay prácticas de pelotón y sección en defensiva y ofensiva, que pueden ser diurna o nocturna, con puestos de observación y manejo de equipos de transmisiones, que es otra de las asignaturas que estudian en Ingeniería de Organización Industrial.
La asignatura preferida de la princesa Leonor
La hija de los reyes Felipe y Letizia asiste a estas clases como una más “y seguro que con mayor exigencia” ya que está haciendo dos cursos en uno de la formación militar. También hará la instrucción nocturna durante al menos dos noches, como el resto de sus compañeros.
La princesa Leonor “disfrutará mucho” de esta instrucción nocturna porque la Topografía es su asignatura preferida, así lo desveló la heredera al trono a la revista durante la recepción que se celebró en el Palacio Real el día de la Fiesta Nacional, donde señaló que le encantan “las de ciencias” y especialmente, la “Topografía”.
En el primer curso, que acabó antes del acto de la jura de bandera, ya salió al campo con un topógrafo y con mapa en mano. En las prácticas diurnas, tienen que identificar el punto en el mapa según las coordenadas y cuando encuentren el terreno, poner una marca.
Respecto a las prácticas nocturnas, la hija mayor de los Reyes tiene que demostrar que conoce las constelaciones y se sabe orientar con las estrellas. Unos conocimientos que tiene desde niña gracias a su padre, el rey Felipe VI, que sigue teniendo pasión por la Astronomía. Un plan del que disfrutan mucho el rey Felipe y Leonor es de rastrear el cielo con su telescopio.
Mientras están de maniobras en la ‘Paridera del Santísimo’ del Centro Nacional de Adiestramiento (CENAD) San Gregorio, cuentan con ciertas comodidades, como contenedores de cocina, comedor y dormitorios, de ablución, duchas y un espacio para relajarse en las pocas horas de tiempo libre de las que disponen o cuando las condiciones meteorológicas no son buenas.
Hay 32 menús diferentes de 3.000 calorías al día
Cuando las maniobras se realizan más lejos y donde no hay vida, llevan una mochila con la que cubren sus necesidades mínimas. Los cadetes, que llevan el uniforme boscoso pixelado, y tienen como extras un forro polar, gorro, guantes, braga de lana para el frío y traje para la intemperie, un neceser de maniobras y las raciones de campaña, que contienen tres módulos de latas para el desayuno, el almuerzo y la cena, que varían según el menú.
Hay 32 diferentes menús que se distribuyen en cuatro grupos de acuerdo a las cuatro estaciones, cada uno tiene 3.000 calorías al día y está regulado por el Manual Técnico de Alimentación en el Ejército de Tierra. A la cadete Leonor Borbón le puede tocar desde comer una ensalada campera a una ración de callos, lentejas o alubias, alimentos que la princesa Leonor no tiene problema en tomar, ya que no tiene alergias alimentarias, y es un régimen sano y equilibrado. De hecho, come mucho mejor que en internado del UWC Atlantic de Gales donde estudió y se encuentra su hermana, la infanta Sofía.
Para calentar la comida, cuentan con un hornillo que se enciende con pastillas de combustible sólido que llevan en la mochila, además de cerillas, tabletas depuradoras de agua, pastillas hidratantes, defatigantes y de vitamina C.
Para pasar la noche a la intemperie, los cadetes como la princesa Leonor usan una plancheta para aislarse del suelo, saco de dormir y un poncho impermeable que se pone en el suelo con cuerdas y también sirve de techo cuando no tienen tienda de campaña. Es lo que se llama un refugio de circunstancias. Tras desmontarlo, no puede quedar nada sucio, todo se guarda en la mochila.