La reina Letizia siempre es examinada con lupa haga lo que haga y lleve la ropa que lleve. A pesar de las críticas que vierten sobre ella, los 'looks' de la esposa del rey Felipe VI son muy buscados, como la chaqueta de tweed de Massimo Dutti, estilo Chanel, que ha estrenado este martes en Valladolid, y se agotan en cuestión de minutos, algo que también está comenzando a pasar con la princesa Leonor.
A sabiendas de la influencia que tienen sus estilismos y de cómo estos acaparan las miradas vaya donde vaya, la Reina, de 50 años, ha convertido su forma de vestir en un modo de comunicarse o lanzar guiños a la sociedad. Sin embargo, una de sus asignaturas pendientes, sigue siendo el mostrarse más cercana y empática, algo en lo que está trabajando, según señala la periodista Mabel Galaz, autora del libro 'Letizia Real'.
La escritora conoció a Letizia Ortiz cuando trabajaba como presentadora de informativos en la CNN. Desde que ser anunció su compromiso con el entonces príncipe de Asturias, ha seguido sus pasos y su trayectoria y ha escrito sobre ella en 'El País'. Galaz ha descrito a la Reina como una mujer que "a veces tiene una imagen de fría y altiva" y tiene "mucho carácter, es perfeccionista y hasta obsesiva con que todo salga bien", unos adjetivos con los que la definen también parte de la sociedad.
La "falta de empatía" de la reina Letizia: su asignatura pendiente
La reina Letizia es muy inteligente por ello sabe bien cuáles son sus virtudes y flaquezas. Su personalidad ha sido objeto de críticas y debates en muchas ocasiones, sin embargo, esto fue lo que más atrajo al rey Felipe VI de la entonces presentadora del Telediario de TVE. El entonces príncipe de Asturias se quedó prendado de su belleza pero también de su carácter, le gustó que fuera "respondona, descarada, que supiera de todo, que no se callara nunca, y ese lenguaje popular tan distinto del que utilizaba su entorno", según escribió Pilar Eyre en 'Lecturas'.
Sin embargo, este carácter que tiene la nuera del rey Juan Carlos I le ha jugado malas pasadas muchas veces, como le ocurrió con aquel "déjame terminar" que le espetó a su entonces novio, el día de su pedida de mano. Aquellas palabras marcaron un antes y un después y nunca más volvió a pecar de esa naturalidad y espontaneidad.
Como decíamos, a la reina Letizia se le critica muchas veces que se muestre tan distante y con falta de empatía y esto es algo con lo que ella lucha cada día. Mabel Galaz señala que "se habla de la falta de empatía que a veces demuestra Letizia por esa obsesión que tiene por la perfección y que le lleva a ser una persona un tanto a veces rígida y encorsetada. Se está produciendo un cambio", explica la periodista en una entrevista a 'Bekia'.
A sabiendas de que esta forma de comportarse en los actos y en público es un gran error, trata cada día de corregirlo. "Está demostrando una cercanía y una calidez que antes no había demostrado. Está evolucionando hacia lo que le falta. Es una buena profesional, hace bien su trabajo de representación, se prepara muy bien los actos, ha mejorado en el tema de idiomas, conoce todo, le interesa todo porque ella ha sido periodista y solamente hay que verla para notar cómo se toma en serio su trabajo. Pero le faltaba esa otra parte, la empatía, que es en lo que está trabajando", apunta la autora de 'Letizia Real'.
La Reina reconoce que "no ha nacido sabiendo agradar"
Sin embargo, la reina Letizia también es consciente de algo que nunca va a poder conseguir. Tiene asumido que no va a gustar a todos. "Lo tiene mas difícil que el resto porque no gusta a los monárquicos tradicionales y los que no son monárquicos, le gusta menos. Ella lo dice: 'Yo sé que no le voy a gustar a todo el mundo, yo no he nacido sabiendo agradar, como le pasa a Felipe. Estoy trabajando en ello, pero sé que no le voy a gustar a todo el mundo'", manifiesta la periodista y escritora Mabel Galaz.
Para finalizar, la escritora asegura que "el mayor activo" de la monarquía española son los reyes Felipe y Letizia, aunque considera que "sería mayor ese activo si se les permitiera ser más espontáneos, más libres y más ser como son".
Darksith1977
Máxima Zorreguieta tampoco nació para agradar y cae muy bien. Como dice el artículo, Letizia ha ido a peor (lo del feo a la Reina Sofía en Palma es de antología), y desde luego, a esta alturas no va a cambiar.