Tal y como se esperaba, la presencia del rey Felipe y la reina Letizia en Londres ha generado mucha expectación. Hace unas horas, los Reyes se reunían en el castillo de Windsor con el rey Juan Carlos, con quien protagonizaban una de sus imágenes más cercanas y cómplices de los últimos años. Un acercamiento, a modo de reconciliación pública, que acaparó todas las miradas. Sin embargo, hubo otro reencuentro, mucho más tenso, que pasó desapercibido.
Poco más de un año después de la muerte de Constantino de Grecia, gran parte de los royals europeos se dieron cita en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, para homenajear al exmonarca. Un acto presidido por la reina Camilla, ante la ausencia del rey Carlos III de Inglaterra, al que acudió gran parte de los Borbón. Y es que, además del rey Felipe, la reina Letizia y Juan Carlos I, las infantas Cristina y Elena quisieron asistir al homenaje y apoyar a su madre, la reina Sofía.
Así, y a pesar de tratarse de un acto de carácter privado, pudimos ver tanto la llegada de los asistentes como imágenes del interior de la capilla de San Jorge, la misma en la que en septiembre de 2022 era enterrada la reina Isabel II. Unas imágenes que desvelaban la cercanía del rey Felipe y la reina Letizia con Juan Carlos I y la distancia de estos con las infantas Cristina y Elena. Una distancia que, tal y como aseguran, no fue solo física.
El rey Felipe, muy cercano con Juan Carlos I, toma distancia con las infantas Cristina y Elena
Minutos antes de las 12 del mediodía, hora española, comenzaron a llegar los asistentes al homenaje a Constantino de Grecia. Tal y como captaban las imágenes, las infantas Cristina y Elena llegaban a Windsor juntas y sonrientes, acompañadas por Juan Urdangarin, el hijo mayor de los exduques de Palma.
Poco después, eran el rey Felipe y la reina Letizia quienes hacían acto de presencia mostrando su complicidad antes de entrar en la capilla, donde la mayoría de invitados ya habían ocupado sus asientos. Así, podíamos ver a los Reyes saludando cariñosamente a la reina Sofía y otros miembros de la familia real griega situados en primera fila, antes de sentarse junto a Juan Carlos I en la tercera.
Y en esa misma fila, pero en el extremo opuesto, estaban sentadas también las infantas Cristina y Elena, a quienes no saludaron y con quienes, tal y como aseguran desde ‘Monarquía Confidencial’ "el rey Felipe VI apenas conversó".
Y es que mucho se ha hablado de la relación del monarca con sus hermanas. Una relación que aseguran es bastante tensa, e incluso les habría llevado a protagonizar varios desencuentros como el que tuvo lugar el pasado verano, cuando el rey Felipe se negó a ir a Mallorca mientras sus hermanas estuvieran alojadas en Marivent.
Sin embargo, en los últimos meses, parecía que las cosas entre los hijos de los reyes eméritos estaban más calmadas, tal y como dejó entrever la inesperada presencia del rey Felipe y la reina Letizia en el fiesta de cumpleaños de la infanta Elena el pasado 20 de diciembre. Un acercamiento tras el que la relación habría vuelto a enfriarse.
Así, y a pesar de que el viaje a Londres de los Borbón ha confirmado el acercamiento entre el rey Felipe y Juan Carlos I, también ha dejado en evidencia la tensa relación con sus hermanas, con quienes no tuvo contacto.
“Felipe VI no comparte la manera de proceder en ciertas ocasiones de sus hermanas, de ahí que hayan existido tantas disputas y enfrentamientos” aseguran las fuentes del citado portal, que asegura que la relación entre los hermanos “no pasa por su mejor momento, en gran parte debido al protagonismo que tuvieron las dos en la celebración de cumpleaños del Emérito, que acabó siendo portada de revista”.
Fue a principios de año cuando la revista ‘¡Hola!’ publicó en exclusiva las imágenes de la fiesta de cumpleaños del rey Juan Carlos en Abu Dabi. Una celebración a la que no faltaron las infantas Cristina y Elena y sus hijos, a quienes veíamos felices y sonriente en dicha portada. Unas fotografías que no fueron del agrado de la Casa Real, y que habrían afectado a la frágil relación entre los hermanos.
“El rey Felipe es muy discreto, quiere pasar desapercibido. Y que, si se habla de la Casa, sea por su buen hacer institucional. Y esas situaciones no dejan de ser piedras en el camino” apuntan.
