Apenas unas horas después de haber abandonado España, tras una discreta visita que le llevó primero a su adorado Sanxenxo y después a Vitoria, donde habría aprovechado tanto para visitar a sus médicos de confianza como para mediar en el divorcio entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, el rey Juan Carlos vuelve a ser protagonista por su mala relación con la reina Letizia. Y es que, según Pilar Eyre, el Emérito señala directamente a su nuera como responsable de que no haya podido reunirse en privado con el rey Carlos de Inglaterra.
Es de sobra conocida la complicada relación que existe entre el rey Juan Carlos y la reina Letizia. Desde hace años, son muchos los que aseguran que la mujer del rey Felipe VI no es del agrado del Emérito. Una teoría que con el paso del tiempo parece ir confirmándose, tal y como han asegurado diferentes fuentes, que incluso señalan que el exmonarca llegó a oponerse al matrimonio de su hijo con Letizia Ortiz.
Además, en contra de lo que algunos esperaban, el tiempo no solo no ha calmado las aguas entre ellos. Así lo señala Pilar Eyre que desvela que el rey Juan Carlos está convencido de que la responsable de gran parte de sus problemas y preocupaciones, es la propia reina Letizia, a quien acusa de haber boicoteado su almuerzo privado con el rey de Inglaterra, e incluso culpa de su exilio en Abu Dabi.
El rey Juan Carlos acusa a la reina Letizia de boicotear su encuentro con Carlos de Inglaterra
“A Letizia le habrán sonado los oídos”. Con estas palabras comienza la periodista su relato en la revista ‘Lecturas’, donde no solo vuelve a sacar a la luz la antipatía que el Emérito siente por la Reina, también desvela el último ataque contra ella.
“En estos días que Juan Carlos ha estado en España, en un oído habrá tenido el Orfeón Donostiarra y en el otro Los coros del ejército ruso. Porque en esas largas horas de comilonas, copas y confianza en Sanxenxo, la ausente más presente en las reuniones de Juan Carlos y sus amigos ha sido la reina” señala Eyre, que añade: “Porque es la bestia negra del emérito, a quien responsabiliza de todos los agravios que recibe. ¿El último? Ser la culpable del desprecio que le infringió Carlos, rey de Inglaterra”.
Durante semanas, se aseguró que el rey Juan Carlos tenía prevista una comida privada con su “primo” el rey Carlos de Inglaterra. Así, durante su paso por Londres, previó a su llegada a Sanxenxo, muchos esperaban que el Emérito mantuviera ese esperado encuentro, más aún tras asegurarse que no asistiría a la coronación de Carlos III. Sin embargo, esa reunión nunca llegó a producirse, tal y como aseguraron tanto desde el Palacio de Buckingham, y poco después desde Casa Real. De hecho, para muchos, ese almuerzo nunca llegó a estar previsto.
Sin embargo, según desvela Pilar Eyre, el rey emérito está convencido de que fue la reina Letizia quien lo impidió: “Dicen que fue ella personalmente quien llamó a Camila para que no recibiera a Juan Carlos y emitiera un comunicado”. Una teoría que la periodista tacha de “inverosímil”, aunque achaca a la aversión que siente hacia su nuera, a quien asegura se refiere como “mandona”, “la asturiana” o simplemente “esa”.
La reina Letizia, la culpable de los males del rey Juan Carlos
Para Eyre, el rey Juan Carlos está convencido de que la reina Letizia es el origen de todos sus males: “Todo, desde la abdicación hasta el exilio, incluidas las investigaciones periodísticas sobre su fortuna, cree que ha sido por su culpa, como si Felipe fuera un juguete en sus manos. Las anécdotas que circulan siempre son desfavorables a Letizia, unas directamente inventadas, como la llamada a Camila, otras exageradas “trató con desprecio a un camarero”, “dio plantó al duque de tal…”
Según la periodista, el rechazo que siente el rey Juan Carlos por la Reina se extiende a sus hijas, las infantas Elena y Cristina, “que están muy dolidas con la reina, ya que creen que no las ha apoyado en sus problemas familiares y no hacen nada para defenderla”. Además, Eyre asegura que las hijas del Emérito estaban deseosas de reencontrarse con su padre en Sanxenxo, “pero había orden de “la asturiana” de que la visita no se convirtiera en una romería, como ocurrió el año pasado. Ni hijas, ni hermana, ni sobrinos, ni nietos”.
Darksith1977
Y no le falta razón.