Rocío Crusset está en España. La modelo, hija de Mariló Montero y Carlos Herrera, vive en el barrio residencial de Chelsea, al oeste de Manhattan, en un apartamento con un alquiler, donde trabaja como modelo para importantes firmas, como Victoria's Secret
Ahora, ya sin el estado de alarma, la joven, de 26 años, ha decidido regresar a su país natal para ver a los suyos. Rocío está aprovechando el tiempo, pues este fin de semana ya ha tenido una cita muy especial.
La cita especial de Rocío Crusset en Madrid
El estado de alarma de España ha impedido a Rocío Crusset estar cerca de los suyos en estos momentos tan difíciles. Por ello, en cuanto ha podido, se ha cogido un avión para estar con los que más quiere.
Este fin de semana, se ha reunido con su grupo de amigas en una terraza de Madrid, donde todas compartieron confidencias, cenaron y bebieron vino.
Tan guapa como siempre
Con la naturalidad que la caracteriza, Rocío se mostró tímida al encontrarse con la prensa a su salida del restaurante.
La joven, que ha heredado la belleza de sus padres, lució un mono negro con un cinturón del mismo color ceñido a la cintura. En cuanto al maquillaje, optó sólo por aplicarse un labial. Su piel, como siempre, lucía radiante y ahora con un tono moreno bastante sexy.
Sus padres siguen muy unidos
Mariló Montero y Carlos Herrera están separados desde 2011 tras veinte años de matrimonio. Sin embargo, su relación es estupenda, para gracia de sus hijos.
Los cuatro suelen celebrar reuniones familiares con asiduidad. De hecho, el hijo de la pareja y hermano de Rocío, Alberto (27) dijo en una ocasión que "una de las cosas que hicieron bien mis padres a la hora de separarse es lleva una vida normal. Pasamos Navidades juntos, pasamos Reyes juntos… Yo muchas veces les digo que no somos pequeños, que si quieren pueden ir por su lado, pero qué va. Están encantados de hacerlo y eso hace que veamos la familia como un conjunto, es gracias a mi madre y a mi padre".
[Ver: La satisfactoria vida de Mariló tras su divorcio]
La próxima cita de Rocío será, a todas luces, con sus padres.