Tamara Falcó acudió a la entrega de premios Marie Claire que se celebró en el Florida Retiro de Madrid porque ella era una de las galardonadas por su aportación, como icono, al mundo de la moda.
La joven, de 34 años, sorprendió a todos con su cambio físico. ¿Qué le ha ocurrido a la figura de la hija de Isabel Preysler? Ella misma contó lo que la ocurría sin necesidad de que le preguntaran por ello: “Tengo un problema de tiroides, que es algo largo y pesado. Aunque estoy poniendo todo para solucionarlo, hace falta tiempo. Me agobié bastante, pero luego he aprendido a amar las curvas femeninas. Y aquí estoy, contándoos, antes de que preguntéis, por qué me veis más gorda”, explicó en la entrega.
Hacía tiempo que la hija de Preysler no se dejaba ver en eventos o actos promocionales y probablemente este aumento de peso haya tenido algo que ver. Por ello la sorpresa fue mayor después de estar desaparecida durante tanto tiempo y reaparecer irreconocible.
La joven eligió un vestido color rosa palo de terciopelo –tejido que está muy de moda-, y como siempre saca el lado positivo de las cosas, no paró de sonreír y lució sus kilitos con alegría. Además se mostró muy contenta por el premio que iba a recibir: “La verdad es que cuando me lo dijeron me hizo mucha ilusión”.
En el acto también le preguntaron si eran ciertos los rumores de que su madre y Mario Vargas Llosa iban a celebrar su boda en Portugal para así salvaguardar la exclusiva: “¿En Portugal, pero como va a ser eso? Eso es un pufo”.
Lo que sí confesó es que su madre le ha pedido que le haga su vestido de novia: “Me dijo que sí, que quiere que se lo haga yo, pero por ahora no me ha comentado nada más”.
