Inmersos ya en el caluroso mes de agosto, quiero descubrirles un imprescindible en mi neceser beauty de verano… y en mi vida. El mítico aceite de monoi, un ingrediente maravilloso con mucha historia y aún más propiedades.
El aceite de monoi es un remedio centenario que se originó al remojar pétalos de gardenia de Tahití en aceite de coco puro. Esto significa que, si bien el aceite de monoi no es lo mismo que el aceite de coco, mantiene algunos de los mismos beneficios, de los que les hablaré más adelante. Un aceite solo puede considerarse monoi si procede de la región de la Polinesia Francesa.
Historia del aceite de monoi
Si bien sus orígenes no están del todo claros, los isleños del Pacífico han utilizado el monoi durante más de 2000 años, lo que le otorga un significado cultural importante en toda la región. Tradicionalmente, este líquido de aceite liviano de color ámbar se ha utilizado en ceremonias religiosas para purificar objetos sagrados, como remedio medicinal para aliviar dolencias comunes y como ingrediente de belleza multipropósito para suavizar la piel y el cabello.
Los ingredientes clave de monoi juegan un papel vital en varias culturas polinesias y las flores de tiaré se ven en toda la mitología de la región. Según la leyenda tahitiana, esta flor fue creada por Atea, el dios oceánico de la creación, y Tane, el dios de la belleza. Además, estas hermosas flores se consideran un símbolo de la gente y las culturas de la región.
Al igual que la flor de monoi, el coco juega un papel importante en la cultura del Pacífico Sur y la gente depende de él como fuente de alimento, aceite, madera y fibra. El coco también ha formado parte de la tradición de la región, especialmente en la leyenda de Sina y la anguila, que explica el origen del primer cocotero. Se cuentan versiones de esta leyenda en Samoa, Tonga, Fiji y los maoríes de Nueva Zelanda.
Los siete usos del aceite de monoi
El perfume de monoi es exótico, cremoso y deliciosamente dulce. Proviene de una tradición ancestral que utiliza la flor de tiare, ingrediente estrella de la Polinesia. De la flor al aceite, les descubro siete usos del aceite de monoi, el secreto de belleza de las tahitianas.
1- ‘After sun’. Su piel lo recibirá con los brazos abiertos después de una jornada de sol porque calma la piel y refresca los sentidos de manera instantánea.
2- Post depilación. Resulta ideal para calmar la piel tras rasurarla y dejarla con un tacto suave y satinado libre de marcas y rojeces.
3- Efecto maquillaje. No se olvide de extenderlo por las piernas, el escote, los brazos o los hombros antes de una gran cita. Deja un velo que iguala el tono y sublima el bronceado.
4- Regenerante corporal. El verano pone a prueba la piel y la acción del sol la reseca hasta límites insospechados. Embadúrnese en estos aceites antes de irse a la cama insistiendo en las zonas más rugosas como codos, talones o rodillas.
5- El perfume de la temporada. No necesitará pulverizar ninguna fragancia para dejar una delicada estela aromática allá́ donde vaya. Sus exóticas y delicadas notas de la Flor de Tiaré hablan por sí solas.
6- Prolongador del bronceado. Una piel nutrida y uniforme se resiste durante más tiempo a abandonar el favorecedor bronceado.
7- Un buen aceite de masaje. Su textura y su relajante aroma resultan ideales para disfrutar de un buen masaje.
Los mejores productos con aceite de monoi
Cuando eres una 'beauty freak' de manual (es decir, una gran aficionada a los productos cosméticos y muy al día de las últimas novedades), la cosmética tradicional no es suficiente. Necesitas más. Más efectividad, más innovación, más sostenibilidad, más recomendaciones, más y mejor packaging, más aromas…
Aceite Tradicional Nutritivo Monoï de Tahití, de Yves Rocher (9,95 €). El tratamiento nutritivo icónico y ultra concentrado de Yves Rocher contiene Monoï de Tahití puro con Denominación de Origen al 97,5% y más de un 97% de ingredientes de origen natural. El frasco es de cristal reciclable.
Aceite Dorado Hidratante Monoï de Tahití, de Yves Rocher (11,95 €). Formulado con Monoï de Tahití con Denominación de Origen Protegida y Certificada y un 97% de ingredientes de origen natural, deja sobre la piel ese delicado tono dorado de textura satinada inconfundible.
Monoï Moringa, de Hei Poa. Una receta con más de dos mil años. El Monoï Moringa es un verdadero elixir de belleza y de juventud. Su fórmula se obtiene por la maceración de hojas de Moringa y flores de Tiaré en aceite de coco. Este aceite proporciona hidratación, elasticidad, nutrición a la piel y al cabello. No contiene conservantes y tiene un 96% de Monoï puro. Con ácidos grasos omega 6 y 9, ácido láurico y tocoferol, el aceite de Monoï cuida la piel y el cabello hidratando, reparando, protegiendo, relajando y limpiando.
‘After Sun Recovery Mask’, de Cotril Beach. Mascarilla reparadora instantánea, que tras solo un minuto de aplicación, aporta una extraordinaria nutrición, suavidad e hidratación a los cabellos sensibilizados por la acción del sol, la sal, el viento y el cloro. Consigue un cabello suave e hidratado durante todo el verano, gracias a su alto contenido en vitamina E y la combinación de los aceites de coco y monoi.
‘Summer Bath Essentials’, de Sephora Collection. Neceser reutilizable con jabón de baño y ducha de monoi (50ml), aceite nutritivo con notas de flor de frambuesa (50 ml) y bruma de monoi para cuerpo y cabello (100 ml). ¡Ultra hidratación para después de la playa!
Monoi de Tahiti champú y acondicionador 2-en-1 de Marlies Möller (18 €). La esencia de este champú y acondicionador dos-en-uno reside en el preciado aceite Monoi de Tahití, que se consigue preservando en aceite de coco la exótica flor de tiaré, símbolo de la Polinesia Francesa. Junto con el aceite de Monoi, el extracto de células madre de la manzana regenera y revitaliza el cabello, contribuyendo al crecimiento de su estructura natural. El cabello se vuelve más suave, liso y brillante.
