Roger Cots i Valverde es un experto municipalista desde su posición de secretario de un ayuntamiento de tamaño medio como es Gavà (casi 50.000 habitantes) que ha visto cómo la gestión privada de competencias públicas ha vivido un descrédito en los últimos años debido a los problemas y a la falta de diligencia que ha habido en ocasiones en los propios consistorios. Pero eso ya tiene que cambiar. "Hoy se exige más motivación de las razones de municipalización que nunca, porque el ciudadano lo exige".
Y por ello ahora existen resortes en la propia ley para poder evitar casos de mala praxis. En realidad los resortes ya existían pero durante mucho tiempo los políticos municipales trataron de saltarse u obviar las reticencias que les marcaban los secretarios de los ayuntamientos. "Hubo prácticas no adecuadas que implicaran un desprestigio de la forma de gestión indirecta".
Pero ahora la nueva ley de contratos permite el 'riesgo operacional', "lo que significa que el riesgo lo asume el contratista y no la administración pública", recuerda Cots.
El responsable del contrato es, asegura Cots, "una figura poco utilizada pero necesaria y obligatoria" para controlar en esta nueva era de la contratación pública, que las cosas se realicen correctamente desde la tranquilidad que le da su puesto de funcionario.