Semana horripilante la que ha pasado el consejero delegado de Duro Felguera, José María Orihuela.
El primer ejecutivo de la compañía, fichado a finales de 2018 para tratar de remontar el negocio y evitar la entrada en concurso de acreedores del centenario grupo asturiano, con más de dos décadas de experiencia en Sacyr, bregado, entre otras, en la mayor obra internacional de la constructora española, el Canal de Panamá, ha sufrido en los últimos días el fallecimiento de su padre y una revuelta interna sin precedentes que amenaza su continuidad en el puesto.
Miembros del comité de dirección de Duro Felguera enviaron el lunes una carta al consejo de administración advirtiendo de los perjuicios que en su opinión está ocasionando la gestión de Orihuela. Los directivos respondían así a lo que consideran una salida de tono excesiva del consejero delegado, que días antes había requisado los teléfonos móviles y ordenadores de directivos.
De acuerdo a fuentes cercanas al grupo, Orihuela ha encargado un análisis forensic a una consultora para investigar a todo el comité de dirección. No es la primera vez que lo hace en menos de dos años en el cargo, en esta ocasión por sospechas de manipulación del precio de la acción, según las mismas fuentes.
"Se revuelven contra quien ha puesto orden y claridad en la empresa", comentan fuentes cercanas al consejo de administración
Acuciada como está la compañía de refinanciación y nuevo capital, con reclamaciones millonarias en obras realizadas en Dubai, Australia y Argelia, Orihuela se vio a principios de semana con la Sepi, como publicó ayer sábado este diario, para tantear la entrada del Estado en el capital del grupo.
Los principales bancos acreedores, liderados por Santander, no están por la labor de seguir financiado la empresa, y la relación entre el consejero delegado y los representantes de las entidades financieras es muy distante.
"Orihuela está lanzando el mensaje de que va a demandar a los bancos por no permitir al grupo obtener avales y por el anterior acuerdo de refinanciación", dicen las fuentes consultadas. "Sería un suicidio, no puedes ir contra la banca, los necesitas", añaden.
El comité de empresa de Duro Felguera califica de "tiránica" la actitud de José María Orihuela
En plena revuelta interna, Orihuela sufrió el miércoles el fallecimiento de su padre. El jueves, día en el que se celebró el funeral, dos altos directivos de Duro Felguera fueron despedidos; el adjunto al consejero delegado y el director de recursos humanos han salido del grupo por "pérdida de confianza", según la empresa. Eran los mismos directivos que a principios de semana habían advertido a los consejeros sobre Orihuela.
Al comité de dirección se le sumó en la ofensiva contra Orihuela el comité de empresa. El jueves se hizo pública otra carta que en nombre de la plantilla también se había enviado al consejo de administración. En ella, los representantes de los trabajadores califican de "tiránica" la actitud de Orihuela.
"No tenemos otra opción que hacer pública la situación y pedir ya de forma directa y transparente la dimisión del CEO, que es un clamor, para y por el bien de Duro Felguera", termina la carta del comité de empresa.
El grupo industrial cerró el viernes en Bolsa a un precio de 0,51 euros por acción tras caer un 5,4%
También los sindicatos reaccionaron ante los hechos ocurridos. El jueves Comisiones Obreras emitió un comunicado lamentando la relación entre la dirección y el consejero delegado y exigiendo un plan de negocio "sólido".
"Quizá los intereses individuales de algunos integrantes del Consejo de Administración se estén anteponiendo a los intereses del conjunto de los trabajadores y trabajadoras de Duro Felguera e incluso al de los propios accionistas (...)", advirtió con dureza el sindicato.
El mercado ha asistido con desconfianza a los hechos ocurridos estos últimos días en Duro Felguera. La compañía inició la semana cotizando a un precio de 0,60 euros por acción, y el viernes cerró a 0,51 euros por título tras dejarse ese día un 5,40% de su valor en Bolsa.
Apoyo del consejo
De momento, Orihuela cuenta con el apoyo del consejo de administración. "Señalas la luna y hay quien solo se fija en el dedo", comentan fuentes cercanas al máximo órgano del grupo.
Orihuela ha renunciado a un bonus de 0,45 millones de euros dada la necesidad de financiación del grupo
En el consejo de administración de Duro Felguera se sientan dos exministros con José Luis Rodríguez Zapatero, Valeriano Gómez y Jordi Sevilla. Los dos confían en el futuro del grupo y en su viabilidad. El comprimido consejo de administración de la compañía lo completan Orihuela; la presidenta, no ejecutiva, Rosa Aza; y el consejero José Julián Massa Gutiérrez, doctor en Economía y expresidente de Iberclear, entre otros cargos.
"Nos han dejado una empresa con la caja vacía y los tribunales llenos de conflictos; el equipo anterior contrató y gestionó mal grandes proyectos que son hoy el lastre de la empresa. Están acusados en los tribunales. Y se revuelven contra quien ha puesto orden y claridad en la empresa", indican.
Las fuentes consultadas cercanas al consejo de administración de Duro Felguera se refieren así a la gestión del anterior presidente y consejero delegado, Ángel Antonio del Valle, contra el que el grupo ha presentado una querella por presuntos delitos de administración desleal y apropiación indebida.
Bonus de 0,45 millones
En plena batalla interna, negociando a cara de perro con los bancos acreedores, con conflictos por obras internacionales millonarios, Orihuela ha visto esfumarse un bonus de 0,45 millones de euros con el que contaba para este año.
De acuerdo a fuentes cercanas al grupo consultadas por este diario, el consejero delegado tenía apalabrado un bonus por dicha cantidad al evitar la entrada en concurso de acreedores del grupo. Orihuela se visto obligado a renunciar al mismo, dada la urgencia de financiación del grupo.
Desde la compañía se indica a este diario que la información relativa a ese bonus será debidamente explicada en el informe de gobierno corporativo del grupo.
