La reforma del mercado eléctrico que estudia la Comisión Europea sigue provocando el envío de cartas a Bruselas. La última misiva reúne a 10 de las asociaciones energéticas más importantes de Europa para, entre otras cosas, pedir a los representantes comunitarios que no tengan en cuenta propuestas como la española que ponen encima de la mesa un mayor intervencionismo del mercado.
Los firmantes de este carta a la que ha tenido acceso Vozpópuli son EER (European Energy retailers), NEMO Committee (Nominated Electricity Market Operators), EFET (European Federetion of Energy Traders), Eurogas, Europex, EUTurbines, EUGINE (European Engine Power Plants), Solar Power Europe, WindEurope, Eurelectric.
Su recomendación es que la propuesta legislativa que prepara la Comisión Europea para este mismo mes preserve los beneficios del mercado interior. “Los mercados marginales de corto plazo proporcionan las señales adecuadas para el despacho y la inversión en activos no emisores”, explican los firmantes. Aunque estas patronales que representan al grueso del sector energético en Europa quiere que de Bruselas salga una reforma que ofrezca “estabilidad regulatoria” para no tener que mirar a otros mercados como Estados Unidos.
“Se debe fortalecer la confianza de los inversores en el marco regulatorio para atraer las inversiones. Las intervenciones en el mercado deben limitarse en el tiempo. Estamos en contra de institucionalizar intervenciones de carácter excepcional como la minoración de los ingresos o el establecimiento de precios regulados o de ingresos regulados”, detalla la misiva con una clara referencia a la propuesta de Ribera.
Su propuesta incluye coberturas mejoradas para los consumidores de electricidad. También apuestan porque los hogares y la industria tengan mayores oportunidades de cobertura de corto y largo plazo. El sector considera que se deben evitar la fijación de los productos que han de ofrecer los suministradores. “Es el mercado el que ha de ofrecer diferentes productos”, matizan.
Una alternativa a Ribera
Ribera busca, en cambio, con su medida un mercado a plazo que consiga la estabilidad que no ofrecen los actuales mercados de futuros. Su plan consiste, mediante subastas, contratos por diferencias con los generadores de renovables, que percibirán un precio fijo durante toda la vida útil de las instalaciones, de un modo similar al sistema aplicado en España. “En consecuencia, la generación renovable reflejará los costes medios de las instalaciones, garantizando su rentabilidad y trasladando la rebaja a los consumidores”, explica España en su propuesta.
El Gobierno español expone a Bruselas que, aquellas tecnologías no contestables, en las que apenas hay competencia, por escasez de recurso o falta de apoyo social y político, como hidroeléctricas y nucleares, el contrato por diferencias se materializará a un precio regulado. “Con ello se podrían reducir los precios de los consumidores inmediatamente, a la vez que se ofrece seguridad, visibilidad y estabilidad de ingresos a los generadores, sin que obtengan beneficios extraordinarios”, expone el plan español.
Mejorar el clima inversor
Las 10 asociaciones firmantes de la última carta piden que se reconozca el valor del mercado, que los consumidores tengan posibilidad de contratar tanto a corto como a largo plazo con suficientes posibilidades. En este sentido, destacan que la reforma debe mejorar el clima inversor en Europa.
De cara a la propuesta regulatoria que presentará la Comisión Europea recomienda: preservar los beneficios del mercado interior, asegurar la estabilidad regulatoria, coberturas mejoradas para los consumidores, fomentar la contratación a plazo, desarrollo de la flexibilidad y la gestión de la demanda y, por último, impulsar inversiones en redes.
Piden que fomente la contratación a plazo con los mercados a plazo, los PPAs y los CfDs contribuyen a este objetivo. Para el sector los CfDs que propone Ribera deben ser complementarios y no obligatorios. Por último, piden que se desarrolle la gestión de la demanda e impulsar inversiones en redes.
