Los órganos de dirección de CCOO y UGT debaten a contrarreloj una fecha para convocar una huelga general que cada vez parece más cantada: el jueves 29 de marzo. Estos días, los contactos entre las centrales y el equipo de Mariano Rajoy brillan por su ausencia; si se llega a la perspectiva de que el PP tramite la reforma laboral -dentro de una semana- por la vía parlamentaria sin tener en cuenta la opinión de ambas organizaciones, es probable que los sindicatos no esperen ni a la aprobación de la reforma ni a la de los Presupuestos Generales, previstos para el 30 de marzo, el día siguiente del posible paro.
Los sindicatos se sienten fuertes. El 19 de febrero arrancaron una sólida manifestación contra la reforma, seguida de otras protestas que tendrán lugar la tarde de hoy, 29 de febrero, y el 8 y el 11 de marzo. Si entre la primera y la segunda fecha no prosperan los contactos con el Gobierno –CCOO y UGT ultiman una carta con sus propuestas a Mariano Rajoy-, la huelga general está servida. “Lo primero es el diálogo social, que quede claro. Pero si empieza el trámite parlamentario y no hay nada, todos los escenarios son posibles, incluida la convocatoria el 29 de marzo”, asegura un dirigente a Vozpópuli.
UGT, partidaria de agitar las andaluzas
Hay dos factores que también explican esa fecha. Primero, las bases de CCOO y UGT en Galicia y País Vasco quieren sumarse a la huelga general que los sindicatos nacionalistas han convocado para el 29 de marzo. Segundo, que UGT, central muy vinculada al PSOE, es partidaria de hacer coincidir la protesta con la campaña de las elecciones andaluzas para incrementar la presión sobre el PP, según recoge hoy el Periódico de Catalunya.
