Una de las empresas empleadas por Abengoa para colocar miles de millones de euros de deuda a través de emisiones de bonos, cuando la compañía sevillana se había convertido en la gran esperanza verde del mercado energético mundial, ha sido declarada en concurso de acreedores.
El Tribunal de lo Mercantil de Sevilla (sección tercera), ha declarado en concurso voluntario a Abengoa Finance, designando como administrador concursal a EY. La medida ha sido publicada en el BOE este jueves 13 de febrero.
Abengoa Finance fue uno de los vehículos empleados por la multinacional energética para colocar deuda entre inversores y soportar la fuerte inyección de capital requerida en los proyectos para los que el grupo fue contratado. El método por el que Abengoa contabilizó estas emisiones forma parte de la investigación seguida en la Audiencia Nacional por la querella por presunta estafa a inversores.
Durante varios años Abengoa se financió más a través de emisiones de bonos que mediante préstamos bancarios
Abengoa comenzó a financiarse a través de emisiones de bonos en el año 2009. De acuerdo a los estados financieros de la compañía consultados entre 2008 y 2015, la financiación proveniente de emisiones de bonos por parte de Abengoa se fue incrementando desde 2009 (en 2008 no hubo), hasta superar incluso, en los año 2013, 2014 y 2015, a la financiación bancaria.
El grupo presidido entonces por Felipe Benjumea se introdujo en una increíble espiral multimillonaria de emisiones de bonos que, en parte, explican su caída posterior.
Abengoa Finance completó en octubre de 2010 la colocación de una emisión de bonos ordinarios por importe de 650 millones de dólares. En febrero de 2013 la misma sociedad colocó 250 millones de euros; en octubre sumó a esa colocación otros 250 millones de euros y, en noviembre del mismo año, otra de 50 millones (en total, 550 millones).
En diciembre de 2013 colocó otros 450 millones de dólares. Y en marzo de 2014 Abengoa Finance completó la colocación de otra emisión de bonos por valor de 500 millones de euros, de acuerdo a las cuentas de la empresa del ejercicio 2014 depositadas en el Registro Mercantil, y a las que Vozpópuli ha accedido a través de Insight View.
La Audiencia Nacional ha admitido una ampliación de la querella por presunta estafa a inversores contra Abengoa y Deloitte
Las emisiones mencionadas tenían como fechas de vencimiento noviembre de 2017, febrero de 2018, y febrero de 2020. Los bonos devengaban un interés fijo anual pagadero semestralmente de entre el 6% y el 8,8% anual, y cotizaban en la Bolsa de Luxemburgo y en la de Londres. Estaban garantizados solidariamente por la matriz, Abengoa, y otras sociedades dependientes.
Investigación en la Audiencia Nacional
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha admitido a principios de este mes una ampliación de la querella contra Abengoa y el auditor de sus cuentas, Deloitte, por un presunto delito de estafa de inversores.
En un auto el magistrado ha admitido la solicitud formulada por la Plataforma de Perjudicados de Abengoa de ampliar la querella contra las dos entidades.
Los querellantes advierten de que determinadas emisiones de bonos "fueron injustificadamente excluidos del cómputo de deuda financiera neta a fin de ocultar el incumplimiento del covenant con el grave efecto en la propia viabilidad de Abengoa como empresa en funcionamiento".