La firma Alcoa prevé que el desembolso de efectivo derivado de la venta a Parter de sus plantas de Avilés (Asturias) y A Coruña se sitúe entre 100 y 130 millones de dólares (entre 89 y 116 millones de euros al cambio actual). La mitad de este importe se abonará durante el presente ejercicio.
"Se espera que el desembolso de efectivo correspondiente sea de entre 100 y 130 millones de dólares aproximadamente, de los que en torno a la mitad se pagará en 2019", explica la multinacional estadounidense.
Alcoa estima anotarse unos cargos totales relacionados con esta reestructuración de entre 100 y 140 millones de dólares antes y después de impuestos (entre 89 y 125 millones de euros) en el tercer trimestre del año actual, en función de si se produce una compra o el despido colectivo.
Los sindicatos han alcanzado un acuerdo con Alcoa para la venta de las plantas de Avilés y A Coruña a Parter. Con este pacto se desbloquea la venta al fondo suizo de las dos plantas después de que, a que mediados de octubre de 2018, la multinacional estadounidense anunciara el cierre de estas dos instalaciones, con 686 trabajadores afectados.
La firma señala que el contrato con Parter está sujeto a una condición suspensiva y engloba las plantas de Avilés y A Coruña, así como las fundiciones de ambos centros y la fábrica de pasta de A Coruña, que se encuentran operativas en la actualidad, y las series de electrólisis que están detenidas.
La corporación estadounidense destaca que la adquisición final por parte del fondo suizo está condicionada a la consecución por el comprador de financiación adicional para respaldar las operaciones futuras de las instalaciones.
Así, subraya que, de no completarse la operación el 31 de julio (tras haberse extendido el plazo inicial del 30 de junio), se prevé que la aplicación del "despido colectivo" y de las medidas del plan social se apliquen desde el 1 de agosto.
Acuerdo en Enero
La compañía recuerda que el pasado mes de enero llegó a un acuerdo con los representantes de los trabajadores de las dos plantas en relación con el proceso de despido colectivo anunciado en octubre de 2018.
Dicho acuerdo contemplaba que las series de electrólisis, con una capacidad operativa conjunta de 124.000 toneladas métricas al año, se parasen en febrero, aunque se han mantenido en condición de volver a estar operativas de forma preventiva ante un posible interés por parte del comprador.