Altamira ya tiene nuevo director general para su división de Asesoramiento y Gestión de Carteras tras la salida de Andrés Cerdán. Para esta división, el servicer de DoBank y Santander ha decidido tirar de 'gente de la casa' y así potenciar el talento interno de la compañía. Bajo estas premisas, Altamira ha promocionado a Antonio Fernandez Garcia-Fraile, que lleva casi tres años en la empresa como asesor de esta misma área, según ha podido saber Vozpópuli por fuentes conocedoras de la situación.
Fernandez Garcia-Fraile fue nombrado en septiembre y desde esa fecha lleva ejerciendo su nuevo puesto, en una de las divisiones más importantes del servicer, que gestiona más de 50.000 millones de euros en activos. Tiene más de 15 años de experiencia repartidos entre dos de las auditoras más importantes: PWC y EY.
En la primera estaba especializado en asesoramiento en transacciones a entidades financieras e inversores internacionales en el ámbito del sector financiero en España, operaciones de fusiones y adquisiciones y proyectos de due diligence de entidades de crédito. Entre los principales clientes se incluían bancos españoles cotizados y fondos internacionales de capital riesgo.
En EY fue gerente de auditoría especializado en auditoría externa de banca y mercado de capitales y desarrolló parte de su carrera en Londres, donde ejerció de auditor senior en el área de Banca y Mercado de Capitales. Los principales proyectos se centraron en auditoría externa de bancos minoristas y de inversión, empresas cotizadas en el London Stock Exchange y revisiones de cumplimiento normativo (FSA).
Por otro lado, Andrés Cerdán llegó hace escasos días a Copernicus, la plataforma de gestión de activos y préstamos impagados de José Nestola, que gestiona algo más de 9.000 millones de euros. El ex de Altamira llega como número dos para potenciar la venta de carteras de ejecuciones hipotecarias (REOs) y créditos dudosos (NPLs).
Cartera Ánfora
El fondo de pensiones canadiense (CPPIB) delegó la gestión de la cartera Ánfora comprada a BBVA al servicer Altamira, tal y como publicó Vozpópuli. Se trata de una decisión llamativa debido a que el fondo decidió vender su participación en el servicer a DoBank, al igual que Apollo el pasado mes de enero.
BBVA firmó un acuerdo para transferir dicha cartera de créditos, compuesta principalmente por créditos hipotecarios (en su mayoría dudosos y fallidos), con un saldo vivo aproximado de 1.490 millones de euros a CPPIB el pasado mes de diciembre. Dicha operación se incluye dentro de la estrategia del banco para reducir al máximo su exposición al riesgo inmobiliario.
En los últimos dos años, BBVA ha cerrado una serie de operaciones que forman parte de esta estrategia inmobiliaria, entre las que destaca el traspaso de su negocio inmobiliario en España a Cerberus, anunciado en noviembre de 2017 y cerrado en octubre pasado.
La adquisición del 100% del capital social del servicer ha sido valorada en 412 millones de euros en términos de valor empresarial, según informó Oliver Wyman, asesor estratégico de la operación.
Altamira ofrece servicios de venta, desarrollo y administración de activos inmobiliarios, así como servicios de asesoría y administración de cartera. En 2017 tenía una cuota de mercado del 15% en España, con activos de más de 140.000 millones de euros y una plantilla 2.200 empleado.