El Gobierno ha vuelto a poner patas arriba el Ibex 35. El cruce de comunicados entre socios de investidura y el Ministerio de Hacienda ha vuelto a crear incertidumbre en los inversores que han mostrado su rechazo a la posibilidad de que se prorrogue el gravamen a banca y energéticas.
Ejecutivo pactó con Junts dejarlo caer a final de año (por el riesgo que suponía para una inversión de 1.100 millones de euros de Repsol en Tarragona), pero mantenerlo era un requisito imprescindible para que ERC, Bildu y BNG apoyaran el paquete fiscal.
Finalmente, tras ocho horas de negociación, ERC, Bildu y BNG han anunciado un acuerdo con el Gobierno para prorrogar un año más este gravamen. A la vez, se mantiene su acuerdo con Junts "para no gravar a las empresas energéticas que mantengan su compromiso efectivo de inversión para la descarbonización". Hacienda negó la mayor y dijo que el impuesto no se hará efectivo.
Pero estas dudas han lastrado al selectivo español. El Ibex 35 ha luchado todo el día con los números rojos y el selectivo español se ha dejado un 0,9%. Las principales afectadas han sido las entidades bancarias.
En concreto, CaixaBank ha perdido casi un 5,5%. Cabe recordar que el banco también ha presentado un plan estratégico que parece no haber convencido a los inversores. Bankinter también ha sobrepasado las pérdidas del 3% mientras que Santander y Sabadell se han dejado algo más de un 2%. El valor bancario que menos ha notado el impacto es BBVA, con un recorte de casi el 1%.
Repsol, la compañía que más ha criticado el impuesto que grava los ingresos de las empresas de ambos sectores, ha llegado a perder casi un 2% durante la jornada bursátil. No obstante, ha amortiguado la caída y sus números rojos se han quedado en el 1,3%.
La inestabilidad geopolítica ha hecho mella también en el Ibex 35. Las amenazas de Rusia con bombardear con tecnología nuclear pueden avivar el fantasma de la inflación y del menor crecimiento económico en Europa.
El mayor batacazo lo ha sufrido Solaria que ha llegado a caer más de un 8% tras presentar este lunes sus cuentas con la bolsa española ya cerrada. La compañía de energías renovables Solaria se ha hundido después de anunciar que su beneficio neto se redujo el 34% en los nueve primeros meses del año, hasta 57 millones de euros.
Grifols también es otra de las penalizadas en este día negro para las empresas españolas sobre el parqué. La compañía ha perdido cerca de un 5% a consecuencia del rechazo a la OPA por parte de Brookfield. El consejo ha ratificado el precio inicial planteado por el fondo canadiense, que implicaría el pago de 10,5 euros por las acciones A y 7,62 euros por las acciones B. Esto supone valorar el grupo en 6.450 millones de euros, sin contar 9.000 millones de deuda que tiene en su balance.