Movimiento inesperado en la empresa pública española. Amber Capital ha notificado este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la adquisición del 4,1% de las acciones de Indra, lo que le convierte en uno de los accionistas con más peso dentro de la compañía tecnológica.
Este fondo de inversión -con origen en Estados Unidos y sociedades en varios países- es actualmente el principal accionista de Prisa, donde cuenta con el 29,7% de las participaciones. Su dueño, Joseph Oughourlian preside el grupo y, aunque sobre el papel no tiene poderes ejecutivos, ha tutelado el proceso de reoganización y refinanciación de la compañía.
Fuentes de Amber Capital han explicado a Vozpópuli que la inversión está motivada en la confianza en que el título de Indra puede remontar, al igual que ha sucedido con los valores de otras empresas dedicadas al ámbito de la defensa durante los últimos meses.
Han añadido, en este sentido, que las participaciones las han adquirido a través de distintas compras de acciones en circulación (free float).
Dentro del cuadro de accionistas de Indra, dispondrá a partir de ahora del 4,1% de los derechos de voto, frente al 25,1% que declara la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, el 9,8% de FMR, el 5,6% de Fidelity, el 5,4% de GoldmanSach, el 5% de Deutsche Bank y Sapa Placencia; y el 3,6% del fondo soberano noruego.
Cambios en Indra
La llegada de Oughourlian a Indra se producirá pocas semanas después de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) comprara a Corporación Financiera Alba, el 'holding' de la familia March, el 3,2% que aún poseía en la empresa tecnológica española.
La operación tuvo lugar en un contexto en el que el Gobierno ha dado luz verde a SEPI para que alcance el 28% de participación en Indra y se consolide como su accionista de referencia. Esto le permitiría nombrar un tercer consejero, que se sumaría al exministro de Industria, Miguel San Sebastián, y al exdiputado Antonio Cuevas.
Hay que tener en cuenta que Indra está considerada como una empresa de interés estratégico, por lo tanto, cualquier operación que implique el movimiento de más del 10% de su capital debe ser autorizada por el Consejo de Ministros.
Dentro de este grupo de empresas 'relevantes' también se encuentra Prisa. De hecho, Vivendi solicitó permiso el pasado octubre para crecer por encima del 10% en la compañía, ante su interés por ganar peso en el mercado español. Durante las primeras semanas del año, retiró la petición, sin que hubiera sido respondida por Moncloa.