La canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido este miércoles a los países en crisis que prosigan la consolidación fiscal y las reformas como receta para salir de la crisis y ha sostenido que los ajustes ya están dando resultados en España, Irlanda, Portugal e incluso Grecia, que empiezan a mejorar su competitividad, informa Europa Press. En una comparecencia en la Eurocámara, Merkel ha defendido dar nuevos poderes a las instituciones de la UE para que puedan intervenir en los presupuestos nacionales de los países que se desvíen de sus objetivos de déficit. A cambio, ha prometido incentivos financieros para los Gobiernos que apliquen las reformas prometidas.
"Todos los Estados miembros deben seguir con las reformas estructurales y las duras medidas de consolidación para ganar competitividad y combatir las causas de la crisis", ha sostenido la canciller. "Sé que en algunos países afectados por la crisis esto repercute sobre los ciudadanos y requiere mucho de ellos. Y sé que la gente allí está sufriendo con las medidas", ha agregado. "Pero en estos momentos difíciles puedo dar algunas buenas noticias. Las reformas están mostrando sus primeros éxitos. Los esfuerzos no han sido en vano, ha valido la pena. En Irlanda, Portugal y España, pero también en Grecia, los costes laborales han caído mucho y este es un importante factor de competitividad. También baja el déficit por cuenta corriente", ha subrayado Merkel.
Cambios en la eurozona
A su juicio, la consolidación fiscal y el crecimiento no son políticas contradictorias sino que ambas resultan "igualmente importantes". "Necesitamos crecimiento y empleo sobre la base de presupuestos sólidos", ha apuntado. Aparte de las reformas en los Estados miembros, Merkel ha defendido cambios estructurales en la eurozona para corregir sus defectos y evitar que la crisis se repita, incluso aunque ello signifique reformar de nuevo los Tratados. El primer paso, ha proseguido, debe ser crear una unión bancaria con reglas comunes y un supervisor único, un proceso para el que "la calidad es más importante que la velocidad".
En segundo lugar, la canciller quiere avanzar hacia una unión presupuestaria, reforzando los poderes de las instituciones de la UE. "Podríamos tener a nivel europeo el derecho de intervenir en los presupuestos nacionales cuando no se respetan los límites (de déficit) del Pacto de Estabilidad", ha indicado. También ha reclamado una mayor coordinación de políticas económicas en materias como el mercado laboral o los impuestos, mediante contratos de los Estados miembros con la UE sobre las reformas comprometidas.
A cambio, se crearía "un nuevo instrumento financiero para la eurozona" que proporcionaría "incentivos" a los países que apliquen las reformas. Finalmente, ha pedido un mayor control por parte de los parlamentos nacionales y el europeo, aunque en este último caso sólo podrían votar los eurodiputados de la eurozona. A su juicio, estas reformas "no llevarán a una Europa a dos velocidades" que excluya a Reino Unido sino a "una Europa doblemente poderosa".