Los resultados electorales del pasado domingo han puesto de relieve que la búsqueda de autonomía en regiones como el País Vasco y Cataluña, donde las formaciones nacionalistas han logrado colocar un buen puñado de escaños en el Congreso de los Diputados, continúa siendo una demanda de la población en estas regiones.
No obstante, en el caso de Cataluña, la búsqueda de una mayor autonomía regional -e incluso, una posible independencia del Estado central- varía entre los catalanes si se analiza en función del nivel de renta que poseen.
De acuerdo con el último informe del World Equality Lab, una organización internacional promocionada por la Escuela de Economistas de París y que aúna a académicos de cientos de países de todo el mundo, los catalanes más ricos están más a favor de un aumento de la autonomía o independencia que los catalanes pertenecientes al estrato de menor nivel de renta.
El apoyo social a un aumento de la autonomía catalana es de un 80% entre los más ricos -se entiende por los más ricos a aquellas personas pertenecientes al 10% con mayor poder adquisitivo de la población- mientras que entre el estrato social más bajo económicamente -la mitad más pobre de la población catalana- el apoyo no alcanza el 50%.
Diferencia del 30%
Esto implica que entre los más ricos y los más pobres hay una diferencia de más de 30 puntos porcentuales en lo que respecta a su apoyo a la autonomía. Mientras que los más ricos están mayoritariamente a favor, las clases más desfavorecidas están divididas -por completo, ya que el apoyo a la autonomía es del 50% - entre mantener el status quo o secundar medidas que reclamen mayor autonomía regional o incluso independencia para la región.
Esta tendencia se repite si se analiza el nivel de educación de la población en función de si es primaria, secundaria o superior. Entre aquellos que cuentan con estudios universitarios el apoyo a la autonomía o una posible independencia supera el 70%, mientras que entre aquellas personas que sólo han cursado primaria,tan sólo algo más de un 42% secundan al movimiento independentista.
Esto implica que de acuerdo los datos del CIS en los que se basa parte del informe -previos a las elecciones- el 10% más rico y con mayor nivel educativo en Cataluña tiene una mayor preferencia por los partidos regionalistas y pro-independencia como la antigua Convergencia Democrática de Cataluña (ahora transformado en PDeCAT) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) que el resto de la población.
Las encuestas en las que se basan los datos preguntaron a los entrevistados que si querrían que las regiones en España tuvieran una mayor autonomía o pudieran llegar a ser independientes, o si, por el contrario, están conformes con el nivel de autonomía actual o incluso preferirían que la autonomía regional fuera menor.
País Vasco y Navarra comparten tendencia
De acuerdo con los autores del estudio, la tendencia en el País Vasco y Navarra es bastante similar. "Las regiones del noroeste de España (Cataluña, Navarra y País Vasco) son algunas de las regiones más ricas del país, con unas de las economías más diversificadas y cuyos residentes han sufrido de media menos las consecuencias de la crisis que el resto de las regiones", han apuntado.
Según señalan en el informe, esta tendencia va de la mano con la idea que, de media, "el individuo de renta alta y con una educación alta prefiere que su región recaude impuestos para uso exclusivo regional en vez de redistribuirlos al resto de España".
"En el caso de Cataluña, la motivación podría venir por el deseo de tener un régimen como el País Vasco y Navarra -que son las únicas regiones con un régimen fiscal independiente- y están por tanto a favor de una menor solidaridad fiscal con el resto de regiones", han concluido.
Hace apenas dos días, la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, pidió "reabrir" el diálogo con el Ejecutivo central y recalcaba en este sentido, al presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez, que no debería gobernar "dando la espalda" a Cataluña.