Arabia Saudí avanza en su plan de irrupción en el fútbol, uno de los ejes en su estrategia de potenciar el turismo y diversificar su economía al margen del petróleo. El gran hito en el horizonte es la organización del Mundial 2030, para el que la principal candidatura actualmente es la ibérica, que España y Portugal negocian con Marruecos. La FIFA prevé designar la sede a lo largo de 2024, lo que aconseja una intensificación de los planes de inversión saudí, entre los que se incluye la revalorización de su liga de la mano de fichajes rutilantes como los recientes de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema...a falta de Leo Messi y Luka Modric. Se trata, en suma, de juntar a los últimos cuatro Balones de Oro -mejores futbolistas- del planeta.
El fondo soberano de Arabia Saudí acaba de asumir el 75% de las acciones de los cuatro equipos más grandes de la liga. El objetivo es conseguir atraer a cada uno de ellos a los últimos cuatro Balones de Oro: Cristiano Ronaldo, Luka Modric, Karim Benzema y Leo Messi
Entre ellos, el argentino se ha convertido en la principal obsesión de la corona en Riad. La Familia Real ha elevado su oferta en las últimas horas en otros 100 millones, hasta los 500 millones por temporada. Una propuesta mareante con la que los saudíes esperan torcer el brazo de los Messi a lo largo de esta semana, si bien la oferta podría estirarse unos días más bajo ciertos supuestos.
Los más reacios a la operación son el propio jugador y su familia más directa, esposa e hijos, deseosos de volver a Barcelona. "El deseo de Leo es volver al Barça", apuntó Jorge Messi este lunes, para luego matizar: "Hay que hablar muchas cosas".
Las prisas y el poderío de Arabia
Las prisas vienen por los plazos establecidos por los saudíes, que presionan para hacer un anuncio esta semana, en este caso, en favor del Al Hilal. Para el Al-Nassr ya se consiguió atraer a Cristiano Ronaldo mientras que en cuanto al Al-Ittihad -actual campeón- se hizo lo propio con el hoy Balón de Oro, Karim Benzema, al que se urgió para firmar esta semana.
Ambos clubes acaban de convertirse en empresas como parte del plan de profesionalización de la liga y han pasado a estar bajo el control, al 75%, del fondo soberano de Arabia Saudí (PIF). Lo mismo ha sucedido con los otros dos mayores clubes del torneo, el Al Ahli -para el que se pretende la llegada de Luka Modric- y el Al Hilal dirigido por el argentino Ramón Díaz. Este último, el equipo de mayor tradición en el país, prevé cerrar la contratación de Messi, el principal candidato hoy a suceder a Benzema como Balón de Oro por su título mundial con Argentina en Qatar.
Arabia tiene fondo de armario para afrontar esta y otras operaciones rutilantes. El Príncipe Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud se ha trazado el objetivo de elevar el valor de la liga profesional de fútbol en otros 1.250 millones de euros antes de 2030
A mediados de la última temporada, antes de que el Al-Hilal disputara el Mundial de Clubes en el que cayó a manos del Real Madrid, hubo un primer acercamiento con el astro argentino. Unos 250 millones por temporada que se han quedado finalmente cortos.
En cualquier caso, Arabia tiene fondo de armario para afrontar esta y otras operaciones rutilantes. El Príncipe Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud se ha trazado el objetivo de elevar el valor de la liga profesional de fútbol en otros 1.250 millones de euros, por los 750 millones que estiman que vale desde el fichaje de Cristiano -y los 24.500 millones que cotiza hoy LaLiga-.
En la ruta hacia 2030, la meta es también conseguir un crecimiento genuino: disparar los ingresos de la competición por cuatro. Esto es, de unos 100 millones de euros por temporada actualmente a unos 450 millones que les ubique entre las diez mayores ligas del mundo, pero aún lejos de los 4.000 millones del fútbol español y los 7.000 millones de la Premier.