Grandes fondos de inversión y cadenas hoteleras internacionales como Accor o Hilton están invirtiendo en el segmento 'hostel' en España, todavía en proceso de consolidación y con una creciente demanda en los últimos años. A la hora de idear sus proyectos, buscan ejemplos como Bastardo, un alojamiento pionero en este nuevo modelo y ubicado en el centro de la capital, en la zona de Tribunal.
Su propietario y fundador, Juan Ceña, revela en una entrevista con Vozpópuli que el valor diferencial de su producto no es sólo el alojamiento (con 243 plazas en habitaciones tanto individuales como compartidas para adaptarse a todo tipo de clientes) sino el hecho de contar con una parte de restauración y eventos "muy potente" y "alineada" con el tipo de viajero alojado en el hostel.
Ceña incide en la importancia de que las experiencias conecten al viajero con la ciudad y el barrio donde se alojan. "Un buen hostel compite por clientes que ahora son de hotel pero que en algún momento, en un viaje concreto, van a querer probar la experiencia. Es más divertido, más interesante, y cuesta la mitad", comenta. El dueño de este hostel trabaja en Bastardo 2 y 3, proyectos 'hermanos' del primero.
Pregunta.- ¿Qué tipo de cliente se aloja en un hostel como Bastardo?
Respuesta.- Lo más fácil es analizarlo por nacionalidad, y desde ese punto de vista el viajero español significa apenas un 15%. El grueso es europeo (ingleses, alemanes, franceses e italianos). Pero hablando de perfiles, es más interesante saber por qué viajan.
Hay gente que viene porque le interesa el panorama cultural de la ciudad, otros vienen de fiesta, hay grupos de amigos que quieren pasar unos días juntos, y hay incluso familias que ahora viajan en hostels. Y no sólo porque vas a pagar menos por alojarte (la mitad que si vas a un hotel), sino también por el componente social. Qué cosas voy a descubrir allí, a quién me voy a encontrar. Eso es muy atractivo para mucha gente.
No es que el hostel tenga un usuario específico o una persona única que siempre va a hostels, sino que la misma persona puede tener motivaciones distintas para viajar y necesita productos de alojamiento diferentes. La misma persona puede irse con sus amigos o con su familia a un hostel y el fin de semana siguiente, con su pareja a un hotel carísimo.
P.- Uno de los aspectos diferenciales respecto al hotel es el precio...
R.- Siempre en una habitación compartida de un hostel vas a pagar más o menos la mitad que si estuvieras en un hotel. Claro que es un ingrediente muy importante y lo tiene que seguir siendo, independientemente de que luego haya hostels con más o menos servicios. Lo que no puede ser es que el hecho de que el precio sea más asequible, implique que las instalaciones sean horribles.
Eso es lo que cambia respecto a toda la oferta de producto de alojamiento barato que existe de siempre con los hostales y pensiones. Todos esos, o se renuevan o desaparecen, porque ahora con los hostels el cliente tiene una oferta más moderna y actual que compite en atractivo con los hoteles al mismo precio que aquellos productos antiguos.
Un buen hostel compite por clientes que ahora son de hotel pero que en algún momento, en un viaje concreto, van a querer probar la experiencia Es más divertido, más interesante, y cuesta la mitad.
P.- ¿Diría que Bastardo es pionero en España?
R.- Nosotros teníamos muy claro este concepto desde hace cinco o seis años, cuando nadie hablaba de ello. Ha funcionado fenomenal y ahora vemos que hay muchos más proyectos y, algunos de ellos, replicando y copiando las cosas que hemos hecho en Bastardo. Bienvenido sea, cuando lleguen, nosotros ya estaremos en el siguiente paso.
Hay interés por parte de muchas marcas de gestión hotelera y grandes fondos, se pueden hacer proyectos de mucho volumen
P.- Hay marcas internacionales que están buscando localizaciones en España para entrar con un concepto similar. ¿Han contactado con Bastardo?
R.- Sí, muchas marcas de gestión hotelera y también mucha inversión inmobiliaria, grandes fondos. Ahí hay mucho campo para desarrollar y se pueden hacer proyectos de mucho volumen, pero creo que lo importante es saber que no por el hecho de decidir hacer un hostel, vas a acertar y lo vas a hacer bien. Hay que hacer un esfuerzo en conceptualizar el producto muy bien y comprobar experiencias parecidas que haya. Y como en todo, hay gente que está haciendo cosas fabulosas y otros muchos, del montón.
P.- ¿Qué busca el inversor que quiere montar un hostel?
R.- Necesitas unas dimensiones mínimas. Poner en marcha un hotel así requiere mucho esfuerzo y es el mismo casi para tener 100 camas que 300. Es necesario tener un tamaño crítico para desarrollar en ese espacio toda la experiencia de la que hablábamos, no sólo el alojamiento sino también actividades y eventos. Además, el edificio tiene que tener un encanto, algo que le haga único. Respecto a ubicaciones, no es tan relevante si crees en tu modelo y puedes demostrar que funciona.
P.- Además de Bastardo, ¿tienen más proyectos en marcha?
R.- Sí, habrá Bastardo 2 y Bastardo 3 espero que pronto.
P.- ¿Seguirán de manera independiente o estudian alianzas con esas grandes marcas y/o fondos?
R.- Seguiremos de manera independiente, con nuestros propios recursos. Lo cual no quiere decir que no podamos colaborar con propietarios de edificios que quieran darle una vuelta o tengan un hotel que no está funcionando bien y pueda encajar para hacer un hostel. Lo bueno es que somos absolutamente flexibles para adaptarnos a todas las situaciones, no tenemos un criterio fijo.
El hostel tiene que ser capaz de ofrecer un producto comparable con un hotel y a un precio muy asequible
P.- ¿En qué punto se encuentra Bastardo tras el golpe de la pandemia?
R.- Ahora mismo la parte de alojamiento sigue cerrada y sólo tenemos abierta la restauración; con lo cual, ocupación cero.
P.- Para un hostel con habitaciones compartidas, ¿la recuperación será más lenta que en un hotel tradicional?
R.- Nadie lo sabe. Igual que una habitación compartida a priori puede dar sensación de más riesgo, también es verdad que la mayoría de nuestros clientes por edad y perfil tienen una percepción muy lejana de ese riesgo. Entonces, creo que simplemente hace falta que todo el mundo esté vacunado y empiece a animarse; y no veo tanta diferencia entre un hotel y un hostel en ese sentido.
Lo que sí es cierto es que será algo progresivo y la gente empezará a viajar poco a poco. Pero, ¿quién viajará antes, la gente más temerosa del covid aunque estén vacunados o la gente que tiene menos percepción de riesgo? Son todo preguntas, ya veremos.
P.- Tras la crisis vivida, ¿esperan que el precio sea un aspecto todavía más importante?
R.- Claro. El hostel tiene que ser capaz de ofrecer un producto comparable con un hotel para determinados viajes y a un precio muy asequible. Y en momentos de más dificultad económica, si quieres seguir manteniendo tus viajes, buscarás gastarte la mitad.
P.- ¿Hacia dónde se dirige el segmento hostel y, en concreto, Bastardo?
R.- Creo que el futuro pasa por incorporar de una manera sensata la tecnología a todo el proceso hotelero. Nosotros lo hemos hecho desde el principio y seguimos evolucionando con varios proyectos en marcha para facilitar la experiencia del usuario. También hay trabajo en la parte de conceptualización y diseño de habitaciones, con formatos nuevos.
Finalmente, otro aspecto a trabajar es el relacionado con la programación continua de las actividades, algo muy distinto a que de repente un hotel o un hostel decida hacer una exposición de fotos, por ejemplo. Hay que saber en qué partes artísticas o de entretenimiento quieres estar y cómo hacerlo. Eso es gestión cultural y son necesarios recursos y experiencia.