Economía

La guerra interna de la mayor asociación de taxistas tiene dos finales: venta de su sede o concurso de acreedores

La asociación Gremial de Auto Taxi de Madrid está inmersa en un proceso electoral con dos claros candidatos a la presidencia: Miguel Ángel Leal, actual presidente e impulsor de la venta de dos plantas de su sede para el pago de sus deudas, y Alberto Miñambres, partidario de cancelar esta operación pese a la consecuencia económica

  • Sede de Gremial Taxi

La asociación Gremial de Auto Taxi de Madrid, la agrupación mayoritaria del sector que agrupa 5.000 titulares de licencias de taxi, celebra este domingo sus elecciones a la presidencia con una grave situación económica. Gremial tiene una deuda de cerca de 2,5 millones de euros con sus socios y la única alternativa para saldar estos números es proceder a la venta de dos plantas de su sede situada en la concurrida calle Ponzano.

Un plan que tiene muy avanzado el actual presidente de Gremial y candidato a la reelección, Miguel Ángel Leal. Durante su mandato, Leal ha apostado por mantener a todos sus trabajadores e ir alquilando diferentes plantas de su sede para poder hacer frente a su deuda. Pero no ha sido suficiente y la última opción es vender parte de su sede, ya que la asociación es dueña de todo el bloque situado en el número 7 de una de las calles de más de moda de la noche madrileña. Una opción que no comparte Alberto Miñambres, el gran rival de Leal en estas elecciones, y que, según detallan fuentes internas, podría lleva a Gremial al concurso de acreedores

Y, según se va acercando las elecciones, la tensión entre ambas candidaturas va en aumento. La actual dirección de Gremial tiene apalabrada con el Grupo Lalala, los dueños de restaurantes de la capital como La Lianta, La Charla, La Malcriada o La Estrecha. Actualmente, este conglomerado tiene alquiladas las dos últimas plantas de la sede de Gremial a cambio de una mensualidad que ronda los 30.000 euros. La venta de estas dos plantas está apalabrada en cinco millones de euros y, después de que la Administración de Manuela Carmena parase la operación, el nuevo equipo de José Luis Martínez-Almeida está en trámite para facilitar la compraventa. 

La venta de las dos plantas de la sede de Gremial está apalabrada en cinco millones 

Esta operación financiaría las mensualidades de muchos taxistas de Radio Taxi, que en muchos casos supera los tres meses, y aliviaría la situación de estrangulamiento financiero que lleva Gremial viviendo los últimos dos años. Los actuales representantes de Gremial ven en las intenciones de Miñambres -ganar las elecciones y frenar la venta- una manera de ahogar la asociación para entregar sus socios a las grandes empresas le apoyan. Según explican fuentes cercanas al proceso, plataformas como Pidetaxi (Radio Teléfono Taxi), Cooperativa y la Mutua del Taxi respaldan la candidatura de Alberto Miñambres para hacerse con el control de la Gremial, dejarla entrar en concurso y quedarse con sus taxistas de Radio Taxi.

"Esta situación de concurso de acreedores y posible intervención judicial de la entidad es algo que ansían muchos interesados en tomar como cautivo al sector del taxi madrileño", explican fuentes cercanas a Gremial de Auto Taxi. El objetivo final que aseguran estas fuentes es que, ahogando financieramente a la asociación, se frenen proyectos como una regulación favorable para los trabajadores autónomos y la creación de una aplicación digital.

Una app vital 

Esta aplicación es un paso vital para esta asociación que representa a más de 5.000 taxistas. Su app, que se encuentran ya en desarrollo, permitirá compartir taxis a los usuarios y conocer previamente el importe de la carrera. Una herramienta que quieren presentar tras las elecciones y que esperan que les sirva para recuperar el terreno perdido con gran operadores del sector como Free Now (MyTaxi), Uber y Cabify.

Gremial también busca ofrecer con esta aplicación una alternativa para reducir las comisiones de los conductores. Según sus datos, la herramienta elevará entre un ocho y un doce por ciento la facturación de los asociados. Pero, como es evidente, si no logran tapar su enorme agujero económico este proyecto digital se quedará en un proyecto fallido. 

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