El Atlético de Madrid tiene muchos frentes, pero uno inexorable es el de su nueva Ciudad del Deporte, que el consejero delegado y primer accionista, Miguel Ángel Gil Marín, pretende dejar como gran "legado". La dirección del club colchonero trabaja intensamente en perfilar tanto la financiación como la gestión del proyecto, para el que ya ha obtenido la concesión de suelos por parte del ayuntamiento de Madrid.
Así las cosas, el club rojiblanco ha procedido a contratar los servicios de la firma de inversión Beka Finance, según ha podido saber Vozpópuli de fuentes financieras. De acuerdo a informantes consultados por este diario, la contratación sigue el objetivo de facilitar la financiación de la Ciudad del Deporte, cuyo grueso se afrontaría con la inyección del fondo aliado a LaLiga, CVC Capital Partners.
A preguntas de este medio, desde el club confirman el vínculo con Beka. Explican que los servicios que la firma está prestando a los colchoneros tienen que ver con "asesorar al club en la distribución de los usos asociados que permite el planeamiento urbanístico en las parcelas objeto de la concesión".
Beka Finance, antigua filial de Caja Madrid y hoy encabezada por Carlos Tejera y Carlos Stilianopoulos, se especializa tanto en la captación de fondos como en la gestión de activos y la intermediación financiera. De acuerdo a fuentes consultadas por este medio, el Atlético ha acudido a Beka para conseguir en torno a 45 millones de euros con los que cubrir los costes de su gran proyecto urbanístico. El objetivo es que el club pueda ya hacer uso de las instalaciones en la temporada 2025/2026.
Miniestadio, tenis y un hotel...La nueva Ciudad del Atlético
Fue a mediados del año pasado que el Gobierno municipal de José Luis Martínez Almeida concedió a los colchoneros cinco parcelas junto al Civitas Metropolitano, en el Anillo Olímpico, para levantar allí una ciudad deportiva, además de un mini estadio con un aforo de entre 6.000 y 8.000 espectadores. El proyecto precisaría de una inversión de alrededor de 200 millones de euros, de los que CVC aportaría unos 140 millones.
Tres de las parcelas se destinarían al nuevo mini estadio, mientras que las otras dos parcelas se emplearán para la construcción de campos de fútbol y pistas de pádel y tenis, que el Consistorio podrá explotar. La entidad que dirige Gil Marín pretende también potenciar la Ciudad del Deporte con un plan de usos comerciales que incluya la apertura de tiendas, restaurantes y un hotel.
El proyecto configura el último gran objetivo del consejero delegado al mando del club, en torno al cual ha reducido su exposición financiera en un 78% desde la pandemia. La situación límite que se vivió entonces ha llevado a MAG a emprender una sigilosa retirada de la entidad en beneficio de inversores con mayor capacidad financiera.
Como viene informando este diario, el CEO negocia ahora con el accionista internacional de referencia, el americano Ares, con intereses inmobiliarios en Madrid, para que alargue otros dos años su permanencia en el club -en principio acordada hasta 2024. Esta vía permitiría a Gil mantener el rol de cabeza visible hasta mediados de 2026, lo suficiente para poder estrenar la Ciudad Deportiva colchonera.
Gil Marín se sentó hace meses con varios bancos de inversión para hacer números y explorar una potencial venta del club
Un hito que se ha visto amenazado por la delicada situación del club, con una deuda neta de 592 millones y un roto operativo de hasta 100 millones. Al inicio de la temporada y con el Aleti nuevamente eliminado de la Copa de Europa en Fase de Grupos, el consejero delegado llegó a plantearse la venta de sus acciones ante sus dificultades para seguir avalando la deuda colchonera.
Gil Marín se ha sentado con varios bancos de inversión para hacer números y explorar una potencial venta del club, como publicó este medio. Pero las conversaciones no han cristalizado lo suficiente hasta ahora como para que se encargue un mandato oficial, recuerdan fuentes próximas a la banca de inversión. Tampoco ha habido hasta el momento mayores avances en las conversaciones con los interesados en comprar, entre ellos, el magnate polaco Maciek Kaminski, que se vio con el CEO en el mismo Metropolitano.
