Economía

El grupo de seguridad Ombuds negocia la entrada de un fondo para evitar el concurso

La compañía de seguridad controlada por la familia Cortina registró en 2017 pérdidas por importe de 6 millones tras haber disparado su deuda por la compra de Casesa. El auditor de sus cuentas advierte de la existencia de factores que ponen en duda su viabilidad

  • Empleado de Ombuds en Metro de Madrid.

El grupo de seguridad Ombuds, la tercera mayor compañía del sector en España, con una plantilla compuesta por unos 8.000 empleados, negocia la entrada de un inversor que evite la declaración de concurso de acreedores.

La compañía no ha podido asumir el coste de la adquisición de Castellana de Seguridad, Casesa, acordada a mediados de 2017, ni ha logrado recuperar parte del negocio perdido en la seguridad de altos cargos tras el fin de ETA.

El auditor de las cuentas de Ombuds, Plan Audit, advierte de factores que ponen en duda que esta pueda seguir en funcionamiento. La compañía ha disparado su pasivo y las pérdidas en los últimos ejercicios, así como la deuda con Administraciones públicas.

Al cierre del ejercicio 2017 las deudas con Administraciones públicas de Ombuds se habían disparado hasta los 41,5 millones

De acuerdo a fuentes cercanas a la empresa, Ombuds, controlada por la familia Cortina y la sociedad Hackett Inversiones 2010, negocia en la actualidad la entrada de un fondo para evitar acogerse a la Ley Concursal, medida prevista para esta misma semana.

Este diario ha tratado en los últimos días de confirmar y ampliar las informaciones descritas, pero la empresa no ha querido hacer declaraciones al respecto. Las fuentes consultadas señalan que la plantilla ha seguido cobrando, con retrasos, pero que se han aplazado pagos a proveedores.

En 2017, último ejercicio del que están depositadas las cuentas en Registro Mercantil, según la información a la que ha accedido Vozpópuli a través de Insight View, Ombuds perdió 5,9 millones (1,8 millones de pérdidas en 2016), e ingresó 235 millones de euros (58,2 millones un año antes).

Ombuds está dirigida por Rodrigo Cortina, sobrino de un comandante que participó en el 23-F y que fue absuelto por el tribunal militar

La compra de Casesa, acordada en julio de 2017 por cerca de 30 millones, explican la diferencia de ingresos y deuda entre un ejercicio y otro. Ombus recibió un crédito liderado por Santander de 18 millones de euros para acometer la operación.

A mayo de 2018, cuando están firmadas las cuentas del ejercicio anterior, Ombus registraba un pasivo corriente por importe de 111,9 millones de euros (32,9 millones en 2016). Las deudas con Administraciones públicas pasaron de 10,2 millones a 41,5 millones.

El supervisor de las cuentas de Ombuds advierte que, a 31 de diciembre de 2017, el pasivo corriente de la empresa excede el valor de sus activos en 16,9 millones de euros, lo que indica la existencia de una incertidumbre material que pone en duda la capacidad del grupo para mantener la actividad.

Familia Cortina

Ombuds está dirigida por Rodrigo Cortina López, consejero delegado, e hijo de Antonio Cortina Prieto, quien trabajó estrechamente con Manuel Fraga en la creación de Alianza Popular, entre mediados de los años setenta y ochenta del pasado siglo.

Antonio Cortina Prieto es hermano de José Luis Cortina, comandante del Cesid cuando el 23-F y que fue encarcelado por su participación en el golpe de Estado, aunque fue absuelto por el tribunal militar que lo juzgó.

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