KPMG alertó en un informe relativo a las cuentas de 2018 sobre la viabilidad del negocio de Scytl, la empresa catalana dedicada a comercializar soluciones tecnológicas para el recuento de votos en procesos electorales.
Un vaticinio que hoy es una realidad. Scytl entró hace sólo unos días en concurso de acreedores, acorralada por deudas que ascienden a unos 75 millones de euros. La compañía presentó sus últimas cuentas en el registro mercantil en 2018, periodo durante el cual registro 8,8 millones de euros de pérdidas. A lo largo de ese año consiguió unos ingresos de 5,9 millones de euros.
"Cuestiones mencionadas en la nota -en referencia a las cuentas depositadas en el registro mercantil-, indican la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento, cuya resolución dependerá de que culmine satisfactoriamente del proceso de negociación con entidades financieras comentado en la nota".
En el accionariado de Scytl se encuentra uno de los fundadores de Microsoft y también un ex Goldman Sachs
Las deudas a largo plazo de Scytl eran de casi 25 millones de euros en 2018, tal y como refleja el asiento contable publicado en el registro mercantil, y consultado por este medio a través de la plataforma Insight View. Scytl era conocida en el sector por su competitividad en precio. De hecho, el año pasado el Gobierno otorgó el recuento electoral de las elecciones locales y europeas.
La compañía se llevó el contrato para contar los sufragios de las elecciones locales y europeas, pese a que su puntuación técnica (capacidad para realizar el recuento) fue de 23,9 puntos sobre 30, frente a la mejor puntuación de Indra, que obtuvo 29,8 puntos sobre 30.
Bajo coste
La compañía ganó el contrato para realizar el recuento electoral por 8,7 millones de euros. Con Indra le hubiera costado 10,8 millones de euros. Finalmente, el Ejecutivo decidió apostar por Scytl, aunque no era la mejor opción atendiendo a la puntuación.
El coste de la oferta fue capital en la decisión de otorgar el contrato a Scytl, tal y como aseguraron en su día fuentes del sector a Vozpópuli, algo que se puede constatar analizando el resultado de las puntuaciones obtenidas por Indra y Scytl con la oferta económica de cada corporación.
En el accionariado de la entidad se encuentra uno de los fundadores de Microsoft y también un ex Goldman Sachs, tal y como contó este medio hace un año.