Los microcoches tuvieron sus inicios en Europa en los años posteriores a la II Guerra Mundial, cuando el coche era un privilegio al alcance de muy pocos. Poco a poco, la lenta recuperación hizo que el poder adquisitivo de la clase media fuese aumentando pero no tanto como para poder comprar un turismo. Por ello, muchos fabricantes se adaptaron a esta situación y se lanzaron al diseño de los llamados microcoches, pequeños turismos generalmente de dos plazas, a medio camino entre un coche y una moto, movidos por sencillos motores de baja cilindrada y con carrocerías que apenas llegaban a sobrepasar los tres metros de largo.
Modelos como el BMW Isetta o el Biscuter coparon las calles de las grandes ciudades europeas, aunque con el crecimiento económico fueron poco a poco olvidados. Muchas décadas después, en los inicios de este siglo XXI, volvieron a dejarse ver, una creciente apuesta por la movilidad para el público más joven y para zonas rurales, pues podían conducirse desde los 15 años y sin carné B de coche, apenas con la licencia de ciclomotor.
Pero sus precios elevados, la crisis económica y ciertas dudas acerca de su seguridad en caso de accidente han hecho que en los últimos años hayan perdido fuerza, pero el coronavirus puede devolverlos al primer plano como elementos de movilidad individual, una tendencia que está en estos momentos muy al alza. Y es que la población española empieza a salir de un confinamiento obligatorio del que aún no se puede vislumbrar cuando tocará a su fin, ni cómo será la reincorporación a la vida normal, ni cuales van a ser las consecuencias económicas.
Nueva movilidad
Lo que es casi seguro es que muchas cosas van a cambiar, que habrá que reinventarse en muchos sentidos y que nuestra vida se verá afectada por las consecuencias de esta pandemia mundial. “La movilidad también se verá afectada, creo que va a existir un miedo y una mayor precaución en la gente a la hora de exponerse a un posible contagio”, afirma Óscar Castellano, Director General de Aixam Ibérica. Y es que muchos analistas y algunos consultores ya están analizando las consecuencias sociales y económicas de la covid-19 y casi todas ellas coinciden en señalar que la movilidad se volverá más individual, con una mayor exigencia en la limpieza interior del vehículo y guardando una mayor distancia entre las personas.
“Creemos que, tras la covid-19, el vehículo privado y pequeño va a ganar en relevancia, incluso en las grandes ciudades, en especial los cuadriciclos y los vehículos de dos ruedas. Y no es una creencia, desde que se prorrogó el confinamiento hemos detectado un notable incremento de visitas a nuestra página web, así como de preguntas y solicitud de información a través de nuestros canales digitales”, apunta Óscar Castellano.
Coches más pequeños, sólo dos plazas, ecológicos y con un consumo de sólo 3 litros a los 100 kilómetros, o eléctricos y más seguros que los ciclomotores, son las virtudes de estos vehículos por las que los internautas están preguntando y por las que más se interesan. “Esta tendencia también está en relación con que cada vez más jóvenes carecen de permiso de circulación, especialmente aquellos que viven en grandes ciudades, y los AIXAM no necesitan de carné de conducir para poder circular con ellos. Sin duda, nuestros coches son una excelente alternativa para una movilidad individual en la ciudad”, comenta el Director General de Aixam Ibérica.
Con tan sólo 15 años y estando en posesión del permiso de circulación AM, ya se puede conducir cualquiera de los modelos de la amplia gama. Muy seguros, cuentan con muchos elementos de garantía en caso de accidente, pero también con la ayuda de la frenada ABS para un mejor control de la detención del vehículo y mejorar la estabilidad en condiciones meteorológicas adversas. Además de seguros son confortables y compactos, lo que les hace muy fáciles de aparcar. Y en el caso de los e-Aixam, están exentos del pago del ticket de parking en zona azul por ser 100% eléctrico.