España va camino de convertirse en la próxima economía europea que quiebra a consecuencia de la mala gestión que Alemania está haciendo de la crisis de la zona euro. El periódico The New York Times sorprende este viernes con un demoledor editorial en el que se ataca el afán de Angela Merkel y de sus aliados políticos por conseguir que los países “liquiden sus deudas a costa de asfixiar el crecimiento económico”.
“La prescripción médica que la señora Merkel aplica por igual a todos los países no funciona en ninguna parte”, afirman desde el rotativo y explican “tras semanas de calma chicha, y a pesar de las inyecciones de grandes cantidades de liquidez por parte del Banco Central Europeo, los países están entrando en recesión, el desempleo crece y las previsiones de déficit empeoran”.
En el editorial apuntan que España está sacudida por un nivel de desempleo próximo al 25% y se sorprenden de que “precisamente en el momento de mayor miseria, el presidente Mariano Rajoy diera a conocer un presupuesto que apuesta por la austeridad, después de que la Unión Europea rechazara sus peticiones de una mayor flexibilidad fiscal”.
"Los objetivos de déficit son inalcanzables, por mucha disciplina fiscal que haya"
En The New York Times recuerdan que el presupuesto de Rajoy pretende reducir el déficit desde un 8,5% del PIB hasta el 5,3% este año y hasta un 3,0% en 2013. “Estos objetivos son inalcanzables, por mucha disciplina fiscal que se aplique”. Las estimaciones más optimistas, según el periódico, pronostican que la economía se contraerá casi un 2% este año. “Cuánto más se contrae el PIB, más caen los ingresos; lo cual requiere mayores recortes presupuestarios. Se trata de una espiral de caída libre”.
Cada una de las economías europeas que atraviesan dificultades tiene problemas diferentes, y por tanto requieren distintos remedios, reza el texto. “España, por ejemplo, tiene uno de los niveles más bajos de deuda en el sector público, pero tiene que poner solución a la deuda privada que provocó el estallido de su burbuja inmobiliaria y la fallida reacción de su débil sector bancario”. Eso aumentó el déficit hasta unos niveles que no se pueden sostener indefinidamente. “Sin embargo, intentar acabar con ellas con demasiada rapidez en estos tiempos difíciles podría resultar contraproducente”, matiza.
“Sin ninguna medida capaz de alcanzar los objetivos de déficit exigidos desde Europa, Rajoy ha propuesto toda una serie de malos recortes a cambio”, ataca The New York Times, y cita como ejemplos los recortes en la inversión pública, tan necesaria para mejorar la competitividad económica y la capacitación de los trabajadores para engrasar la reforma laboral. “Sin embargo, se ha propuesto una segunda ronda de profundos recortes en Sanidad y Educación. Hacer pagar a los trabajadores de hoy por la burbuja inmobiliaria de ayer no tiene sentido desde el punto de vista económico”.
En opinión del periódico, estos recortes tan perjudiciales habrían sido menos graves si la Unión Europea hubiera sido más flexible respecto a los presupuestos exigidos. “Se podrían haber evitado si Merkel y sus equivocados socios reconocieran de una vez que las economías periféricas requieren una mayor inversión y menos obsesión aritmética por reducir el déficit”, concluye el editorial.