Nunca fue sencillo adquirir una vivienda, pero si ha habido una misión imposible —o casi— durante las últimas décadas para los jóvenes españoles, ha sido precisamente esa. En los últimos años han comenzado a surgir iniciativas como los avales del ICO o el plan Mi Primera Vivienda de la Comunidad de Madrid que pretenden facilitar el acceso a las hipotecas de aquellos que, por falta de ahorros, no las consiguen. Sin embargo, son ayudas que, para una mayoría de españoles menores de 35 años, son insuficientes: por un lardo, porque pasa demasiado tiempo entre que se solicitan y se conceden; por otro, porque las condiciones financieras que ofrecen los bancos empeoran al solicitarse una cantidad mayor y, por último, porque son muchos los jóvenes no tienen los ingresos mensuales suficientes como para cumplir con el ratio de endeudamiento que les exige la ley.
El programa de vivienda de la Comunidad de Madrid acaba de ampliarse del 95 al 100% del valor de la vivienda, por lo que para entrar en una hipoteca, a día de hoy, un joven no necesitaría aportar ningún tipo de entrada. En menos de dos años, más de 2.000 personas se han beneficiado de los préstamos, que han promediado por 185.000 euros, unas cifras que la presidenta de la CAM, Isabel Díaz Ayuso, ha comparado con la Ley de la Vivienda: "Ha incrementado los precios de manera desorbitada y ha disparado la ocupación", ha asegurado, de modo que lo único que ha conseguido es encoger la oferta.
Las entidades financieras conceden hipotecas del 95% sin necesidad de ayudas públicas
"Casi la mitad de las entidades financieras dan hipotecas del 87-90% sin necesidad de solicitar ayudas de las administraciones", asegura a Vozpópuli el gestor hipotecario Pablo Camiña, de DCredit. "Lo máximo que he visto sin solicitar estos programas son hipotecas del 95% de la casa, pero al 90% se están consiguiendo muy buenas condiciones. De hecho, a veces los gestores conseguimos las mismas al 80 que al 90%", recalca.
El problema más habitual que se suelen encontrar los jóvenes que solicitan una hipoteca es la falta de ahorros para costear el porcentaje restante, el llamado comúnmente "entrada". Sin embargo, una vez superado ese escollo, muchos se encuentran con que se no se les concede "ni el 90, ni el 80 ni el 70%". El motivo es que los bancos no pueden conceder hipotecas cuya mensualidad sea superior al 35% de los ingresos netos mensuales del solicitante e, incluso cumpliendo esta condición, pueden preferir un perfil de hipotecado que tenga cierto tipo de contrato o una antigüedad mínima en su empresa: "Los hay que piden unos ingresos mínimos, que seas indefinido mejor que autónomo o que tengas más de dos años de antigüedad. Además, todo lo que sea pedir más del 80% del valor de compra se eleva al departamento de riesgos del banco, que son los que deciden", asegura Camiña.
Según esto hay otras circunstancias que deben tenerse en cuenta: "Cuando pides una ayuda, las condiciones de la hipoteca tienden a ser peores, son cuotas un poquito más altas", aclara. "Y a veces piensas que si te dan el 100% lo vas a tener más fácil, pero cuanto más dinero pidas prestado, mayor es la cuota mensual que vas a tener que pagar, y muchas veces ahí es cuando rebasas el ratio de endeudamiento", explica el gestor hipotecario. A esto hay que sumar, además, los préstamos personales que ya se hayan solicitado "a los que muchas veces no damos importancia", pero que pueden hacer fácilmente que superemos el ratio de endeudamiento.
La precariedad laboral, la auténtica barrera para conseguir una hipoteca
"Es imposible conseguir una hipoteca", explica Mari Carmen a Vozpópuli. Esta sevillana de 35 años graduada en Derecho y ADE apenas cuenta con dos años de antigüedad en su empresa y ha estado un año entero buscando una entidad financiera que le ofrezca la posibilidad de tener su propia casa. "Yo era consciente de que no tenía los ahorros para una hipoteca del 80%, como mucho del 90%, así que he tenido que contratar a un gestor hipotecario que me ayudara a conseguir mejores condiciones".
La suerte que ha tenido ella no es la de Lucía y Fran, que continúan en un piso de Alquiler a pesar de que van a ser padres en noviembre y les gustaría encontrar una casa más grande: "Entre los dos, que llevamos más de 15 años cotizando, tenemos unos buenos ahorros, pero solo un contrato de trabajo que supere los 1.200 euros", explican. "Así no hay ningún banco que nos dé un préstamo en Madrid, ni del 95% ni del 80%, salvo que nos vayamos a algún pueblo con tren y compremos allí una casa barata. La diferencia es la cuota mensual que nos toca pagar en uno u otro sitio".
"En enero encontré un piso que me gustó, a muy buen precio, pero se me adelantó otro comprador, así que he tenido que esperar a que saliese a la venta otra vivienda en el mismo bloque". Lo dice de nuevo Mari Carmen, cuyo caso también es muy ilustrativo: ella firmó su contrato de arras el mes pasado y le urgía disponer de la hipoteca lo antes posible, por lo que su gestor le recomendó no solicitar los avales que dan las administraciones públicas. No dispone de ahorros suficientes para una entrada, de modo que depende en gran medida de la hipoteca que le han concedido.
Los avales de la Comunidad de Madrid, hasta los 40 años
A partir de ahora, el programa de vivienda de la Comunidad de Madrid amplía en 5 años el margen de edad de las personas a las que va dirigido. De esta manera, los madrileños de hasta 40 años podrán verse beneficiados por esta medida, así como las familias numerosas y las monoparentales que se interesen por esta financiación, que puede firmarse a través de los siete bancos que colaboran con el Gobierno de la Comunidad de Madrid: Santander, Caixabank, Ibercaja, Kutxabank, Abanca, Unicaja e ING.
jgarejula2
A los jóvenes españoles se les abren sólo dos caminos: estudiar para emigrar después o vivir del presupuesto público mediante subsidios o mediante un sueldo de funcionario si consienten afiliarse a partidos y sindicatos.
E1958
Mi padre, mecánico de una línea aérea, con mujer y tres hijos, siendo el único ingreso de la familia, a su muerte, dejo a sus hijos estudios y una herencia de cinco casas. Pero eso eran otros tiempos, tiempos de Franco.
Auraz
¡Que malos son los bancos! ¿Porqué quieren le les devuelvan el dinero que prestan? No comprenden la infinita bondad de nuestro gobierno que solo busca el bien de los jóvenes, por eso abunda en la precariedad laboral y ataca y hace la vida imposible a empresas y autónomos. Los bancos tendrían que hacer como el gobierno: dar dinero a manos llenas sin esperar a que se les devuelva, ¿o no?
ma
¿Y los de 40 años que no tengan vivienda? Son éstos precisamente los jóvenes que se tragaron la burbuja financiera primero, y la inmobiliaria después, y por lo que se ve, a la administración les importan absolutamente nada.