De acuerdo con la información de la Dirección General de Política Financiera, Seguros y Tesoro de la Generalitat de Cataluña, la mayor parte del endeudamiento de la comunidad autónoma desde el año 1996 “se formalizó mediante las subastas de bonos y obligaciones que se hacían bimensualmente”. Así se hizo hasta el mes de julio del año 2008, hasta que las subastas de los meses de septiembre y noviembre de ese mismo año “se declararon desiertas y en 2009 se dejaron de convocar, dado que las entidades financieras dejaron de asistir, a raíz de los cambios experimentados en los mercados financieros”. Los entrecomillados corresponden al director general, Josep M. Sánchez Pascual.
En los años más o menos felices de la economía española y también de la economía catalana, digamos que en 2009, el 79% de la deuda emitida por la Generalitat de Cataluña estaba en manos de inversores no residentes en España: 43%, en Alemania; 14%, Francia; 7%, Luxemburgo; 5%, Irlanda; 2% Países Bajos, y un 7% repartido entre otros países. En España se concentraba el 22% de la deuda.
Hoy, 15 años después, la situación es bien distinta. El principal acreedor de Cataluña es el Estado español, del que lleva financiándose desde su última salida a los mercados de capitales, hace quince años. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, a cierre del segundo trimestre de este año, la deuda de Cataluña era de 86.800 millones de euros, el 26,5% de la deuda total del conjunto de las comunidades autónomas, muy por encima de su participación en el PIB, que está algo por debajo del 20%.
Cataluña es la quinta comunidad española donde la deuda ha aumentado más (10,24%) en los más de cinco años que lleva gobernando Pedro Sánchez, sólo superada por Murcia (30,8%), la Comunidad Valenciana (21,6%), Madrid (12,6%) y Extremadura (11,7%), y al mismo nivel de crecimiento que La Rioja.
En términos absolutos, Cataluña es la región con más deuda de las diecisiete comunidades autónomas españolas. La siguiente, la Comunidad Valenciana, debía a cierre de la primera mitad del año 57.246 millones de euros, un 34% menos. Andalucía, con 38.018 millones de euros es la tercera zona más endeudada, y Madrid, la cuarta, con 37.6598 millones.
La condonación de una parte de la deuda que Cataluña mantiene con el Estado no es una mera anécdota. Primero, porque el resto de las comunidades autónomas pueden solicitar el mismo tratamiento por la política de “café para todos”. El problema es que las comunidades autónomas tenían una deuda contraída a 31 de agosto de este año de 325.916 millones de euros, casi el 21% de la deuda conjunta de las administraciones públicas.
Si la quita de la que se habla, alrededor del 20% para Cataluña, unos 17.000 millones de euros, se generaliza al resto de las comunidades que han vivido del Fondo de Liquidez Autonómica, el Estado se “quedaría” con otros 65.000 millones de euros más que añadir a los más de 1,4 billones que ya debe.
Agencias de rating
Las más importantes agencias de calificación de riesgo tienen a Cataluña en su punto de mira desde hace años. En la actualidad, Moody's mantiene para las emisiones de la Generalitat una nota de “Ba1”, que en su jerga significa “no invertir”. Lo mismo sucede con la nota de Fitch, “BB”, también grado especulativo o de “no inversión”. Standard & Poor's ni siquiera le otorga calificación. La consejera de Economía y Hacienda, del gobierno de Cataluña, Natalia Mas, está convencida de que al año próximo la deuda emitida por la Generalitat estará en los mercados de capitales. Su antecesor había asegurado que este mismo año.
La realidad es que las emisiones de deuda de las comunidades autónomas se han reducido en los últimos cinco años a media docena de comunidades autónomas. La última, la emisión de obligaciones de Castilla y León, a 10 años, a un 3,5%, por un montante de 500 millones de euros, data de julio de este mismo año. En este mismo ejercicio han salido al mercado Madrid, Andalucía y Galicia, todas ellas con mejor calificación de solvencia que Cataluña. En años anteriores lo hicieron Asturias, Navarra, Baleares, La Rioja, Castilla-La Mancha, Murcia, Aragón, Extremadura y hasta la Comunidad Valencia, esta, eso sí, en mayo de 2012.
¿Puede influir la condonación de la deuda de Cataluña y de otras comunidades autónomas en la revisión a la baja de la calificación actual de la deuda soberana de España? Los expertos creen que no. Javier Urones, analista de XTB, asegura que no: "Al fin y al cabo no cambia el importe adeudado, sino el deudor”.