Google ha lanzado su buque insignia en lo que a telefonía móvil se refiere, el Google Pixel 8 Pro, un equipo con una cámara de lo mejor que puede verse en el mercado que aprovecha los sistemas de Inteligencia Artificial, el software, para ofrecer una edición automática inédita hasta la fecha en un teléfono, como es el borrado de elementos de las fotos o el cambio de cara en el caso de que se detecte una imagen mejor que otra al hacernos varios selfies o fotos grupales.
Además, y también por primera vez, comercializará el equipo en tiendas físicas. En principio ya ha llegado a acuerdos con MediaMarkt y El Corte Inglés. En internet, continuarán vendiéndolos en su página web y también en Amazon. En cuanto a operadores, de momento lo comercializa en exclusiva con Orange. Se trata de un claro cambio de estrategia para tratar de expandir sus terminales móviles a más comercios y competir directamente con el todopoderoso iPhone de Apple.
El Google Pixel 8 Pro tiene argumentos para ello. Hemos arrancado esta pieza con lo más bonito del equipo, veamos ahora lo menos atractivo. Sin duda, lo que menos nos ha gustado es el precio. Es el primer Pixel de la gama 'Pro' que supera la psicológica barrera de los 1.000 euros, si bien es cierto que no recordamos ninguna generación anterior tan cargada tecnológicamente como esta para competir con lo que hay en el mercado.
Velocidad de carga de 45W del Google Pixel 8 Pro
Viene con el sistema operativo Android 14 y Google promete siete años de actualizaciones, así que si el hardware aguanta todo ese tiempo, estos updates permitirán al usuario utilizar el dispositivo con lo último en software y apps.
Otra de las pegas es la velocidad de carga. El equipo dobla la del modelo anterior, hasta los 45W. En aproximadamente una hora la pila se alimenta de 0 a 100, pero para quienes hemos probado velocidades de hasta 120W resulta insuficiente para el segmento al que se dirige -la gama alta-. Con haber alcanzado los 67W de velocidad hubiera salvado el expediente, y el dispositivo se cargaría como en media hora de 0 a 100 (su pila es de 5.050 mAh). Eso sí, hay que decir que barre en velocidad de carga al iPhone, que tan solo alcanza los 27W. Un detalle a tener en cuenta al comprar el equipo es que no se incluye el cargador, solo el cable de carga.
Diseño y especificaciones
El dispositivo hace gala de un diseño similar a las tres anteriores generaciones (5, 6 y 7) de Pixel, con la clásica franja horizontal albergando el módulo de cámaras. Nos ha resultado muy atractivo. Poco más se puede añadir más allá de que su parte trasera está acabada en mate, con lo que las huellas no quedan marcadas cuando se manipula.
Si hay que destacar algo de las especificaciones es que el terminal estrena el nuevo procesador de Google, bautizado como Tensor G3 y con la Inteligencia Artificial como estandarte. La compañía detalla que este chip se ha desarrollado "a medida con la IA de Google para ofrecerte funciones vanguardistas de fotografía y vídeo, así como formas más inteligentes de ayudarte a lo largo del día".
Lo cierto es que el equipo va muy fluido, como se debería esperar de una gama alta, y más siendo Google, y funciona muy bien en modo multitarea. Se calienta poco -esto es una delicia- y gestiona la batería francamente bien. Aguanta de sobra toda una jornada con un uso intensivo, sobrando en nuestro caso un 30-35% de batería al llegar al fin del día.
El Tensor G3 está jalonado por el SoC Titan M2. Un SoC es un chip que, según explica Intel, "integra casi todos estos componentes (características del chipset) en un solo chip de silicio. Junto con un procesador, el sistema integrado en chip suele contener una GPU (procesador de gráficos), memoria, controlador USB, circuitos de administración de energía y radios inalámbricas". En cuanto a la memoria, viene con 12 GB de RAM y se vende en tres versiones de 128, 256 y 512 GB de ROM. Su pantalla tiene unas dimensiones de 6,7 pulgadas y es de tipo Super Actua pOLED.
Borrado de objetos en fotos y más
Su sistema de cámaras está compuesto por una principal de 50 megapíxeles f/1.68, un Ultra gran angular de 48 megapíxeles f/1.95, zoom de 48 megapíxeles f/2.8, con zoom óptico 5x. Cierra la parte fotográfica su cámara de selfies, que es de 10,5 megapíxeles y f/2.2.
El zoom funciona francamente bien, y no hay que prestar atención a la baja calidad de megapíxeles de la cámara de selfies: el software hace maravillas. La Inteligencia Artificial del equipo, sumada a la mayor base de datos de fotos de todo el mundo -Google Photos-, permite trabajar mucho el procesado de las imágenes, sea cual sea el escenario y situación, y eso se nota.
Incorpora dos interesantes funciones de edición de fotos. Una permite eliminar cualquier elemento de la instantánea. Solo hay que pulsar en la opción 'borrador mágico' y rodear con el dedo aquello que se desee hacer desaparecer. El teléfono hará el resto. Los resultados son muy bueno cuando el fondo del objeto es del mismo color, y peor cuando cuenta con diferentes tonos.
La otra opción del software fotográfico que nos ha resultado interesante se llama 'mejor versión'. Al hacer un selfie o una foto con personas, si se realizan varias imágenes del mismo momento, el teléfono permitirá con posterioridad cambiar la cara de cada uno de ellos, de forma independiente, para seleccionar la toma en que mejor salgan. Cerrar los ojos al decir aquello de 'patata' no será un problema.
PVP: A partir de 1.099 euros (el precio varía según memoria).
En calidad de afiliado, Vozpópuli obtiene ingresos por las compras que cumplen los requisitos. La inclusión de enlaces no influye en ningún caso en la independencia editorial de este periódico: sus redactores seleccionan y analizan los productos libremente, de acuerdo con su criterio y conocimiento especializado.
